El consejero de Economía, Alberto Larraz, no se quiso mojar ayer. O quizá sí, según se mire. Primero se quitó importancia y "autoridad" al eludir pronunciarse sobre la decisión del presidente de Castilla La Mancha, José María Barreda, que reducirá de diez a siete las consejerías de su gobierno regional. "No me compete", se limitó a decir. Sin embargo, a renglón seguido, opinó que "hay medidas mejores que esa" para lograr ahorros en la Administración, como "recortar de abajo a arriba mejor que de arriba a abajo porque así se suprimen más plazas".

Fue el único dirigente autonómico que ayer no eludió las preguntas sobre la necesidad de recortar consejerías, al igual que ha hecho el Gobierno de Castilla La Mancha e insinuó hace dos días el vicepresidente aragonés, José Ángel Biel. Iglesias prefirió ayer no hablar, aunque es probable que lo haga hoy o mañana. En cualquier caso, no está previsto que en los próximos días se reduzcan los departamentos de la administración.

Durante la presentación de una conferencia sobre servicios públicos de empleo que se celebra hoy y mañana en Zaragoza, Larraz consideró que "ese tipo de cambios debe anunciarlos el presidente de la comunidad". "Yo no sé qué va a pasar, no tengo la más remota idea", añadió con indiferencia. El consejero de Economía aseguró reunirse "todas las semanas" con el vicepresidente José Ángel Biel y que en los próximos días hablarán del presupuesto del 2011, si bien recordó que la reducción del 1,1% de déficit que se exige a las comunidades es entre 2010 y 2013.