El próximo 17 de enero se cumplirán 10 años desde la apertura al tráfico rodado del túnel del Somport, una obra que lanzaron los presidentes Felipe González y François Mitterrand. Esta infraestructura, de casi nueve kilómetros de longitud, ha agilizado la comunicación por carretera entre España y Francia por el Pirineo aragonés, pero la lentitud con que Francia enfoca la modernización de su red viaria en la cara norte del túnel impide que la obra alcance todo su desarrollo. Con todo, desde su apertura, el tránsito de vehículos pesados crece de año en año. La alternativa de una autovía hasta la boca norte del subterráneo está totalmente descartada por el gran valor medioambiental del valle de Aspe. Y lo mismo sucede en la vertiente española, donde el valle del Aragón presenta un hábitat digno de ser preservado.