El descontento y la incertidumbre de docentes y padres marcan, de nuevo, el comienzo del curso escolar 2013-14 en Infantil y Primaria en Aragón. Será, previsiblemente, el último ejercicio previo a la entrada en vigor de la reforma educativa anunciada por el ministro José Ignacio Wert, que pretende aprobar el texto a finales de este año, aunque desde varios sectores de la comunidad educativa ya han anunciado que intensificarán su oposición a la nueva ley con la intención de frenar su entrada en el Congreso de los Diputados.

Porque, como ya sucedió el año pasado, las movilizaciones asoman ya desde el primer día de clases. De hecho, los sindicatos anuncian un primer trimestre "caliente" y plagado de movilizaciones. Empezarán hoy mismo, en Huesca, donde la Junta de Personal Docente No Universitario de la provincia ha decidido concentrarse frente al colegio público Juan XXIII de la capital, a las 8,45 de la mañana, como representación de todos los centros educativos de la provincia "por ser un claro ejemplo de la política de recortes e imposiciones de los responsables educativos".

Además, la plataforma en defensa de la Escuela Pública ha enviado a todos los centros educativos un manifiesto contra los recortes y la LOMCE para que los equipos directivos procedan a su lectura en público a lo largo de la jornada apelando al "deterioro" de la calidad. El aumento de las ratios, la tardía contratación del profesorado interino, la disminución de docentes, la falta de medios para la atención a la diversidad y el recorte en becas vuelven al escenario de las protestas. Y todo, a solo diez días de que Wert visite Zaragoza para inaugurar oficialmente el curso académico. La previsión de los representantes de docentes y alumnos de todos los niveles es que, ese día 23, las protestas registren su punto más álgido. Los problemas con las becas y el consiguiente aplazamiento en la apertura de media docena de comedores escolares, las obras inacabadas en cuatro centros --Guillermo Fatás, Agustina de Aragón, Valdespartera II y Catalina de Aragón-- y un descenso del alumnado --hoy inician las clases 110.108 niños de Infantil y Primaria, 162 escolares menos que el año pasado-- por primera vez en los últimos diez años también presiden el regreso a las aulas.

DESINFORMACIÓN

Desde los propios centros se espera un día "similar" al que abrió el telón del curso el año pasado. La tardía incorporación de los interinos --algunos pisarán hoy por primera vez su centro después de ser nombrados en las últimas horas para cubrir plazas que todavía permanecían vacantes-- ha sido el último escollo a solventar en la composición de grupos y planificación del curso. Hoy será el turno de los padres. "Muchos becados no han venido todavía a recoger el cheque que tienen que entregar en la librería para recoger los libros de texto de sus hijos y otros no saben que tendrán que asumir el pago de 6 euros al mes pese a haber obtenido una ayuda para el comedor, así que tocará explicarles todo eso", indicaron desde el equipo directivo de un centro zaragozano.

Esa desinformación --habitual en colegios con presencia de familias extranjeras-- también alcanza al bilingüismo. Educación ha extendido la oferta, a la que se han adscrito un gran número de concertados, pero los colegios advierten de una posible pérdida de calidad del programa.

No abrirán sus puertas diez aulas rurales, cerradas por la Administración al no alcanzar el número mínimo de alumnos y, por el contrario, abrirán por primera vez los colegios Ronda Norte y Valdespartera II, en Zaragoza; Monzón III (Huesca) --el primero en Aragón con jornada continua--, María de Huerva y el Colegio Rural Agrupado (CRA) La Sabina, en Monegrillo.