Autobuses Urbanos de Zaragoza (AUZ) envió un comunicado asegurando que la contrata del bus, TUZSA, misma empresa pero con otro nombre, "siempre se ha ajustado al derecho en el cumplimiento y gestión" así como, dice, "en todas aquellas materias y actividades derivadas de dicha gestión". Respecto a la auditoría del año 2002 que concluye que TUZSA cargó al consistorio gastos para hinchar sus cuentas, alega que "forma parte de un proceso normal" de la relación entre la concesionaria y el consistorio aunque, fuentes municipales indicaron a este periódico que el PSOE, tras ganar las elecciones, solicitó a conciencia esta revisión de las cuentas a sabiendas de que se estaban cometiendo irregularidades con el objetivo de poder poner un límite a los cargos que la concesionaria podía imputar a las arcas municipales. Añade que el contenido y detalle de lo analizado en el documento "obedece a un ejercicio consensuado" entre las dos partes firmantes en el contrato. AUZ asegura que existe una "relación rigurosa y normalizada", alejado de cualquier discusión, recalca, entre el equipo de movilidad del consistorio y la dirección. Esto se materializa, para la empresa, en los múltiples y ordinarios encuentros que mantienen los técnicos de movilidad con la empresa para tratar los asuntos pertinentes a pesar de los encontronazos de los últimos meses tras producirse el despido colectivo.