Nina Pinc dirige su propia academia de idiomas (Speak Up Formación) desde el pasado mes de septiembre. "Trabajé varios años para otros centros, pero las condiciones no eran las mejores: contratos temporales, retrasos en los pagos... No tenía seguridad", explica esta joven eslovena, de 31 años, que llegó a Zaragoza por amor en el 2008. Ante la incertidumbre laboral de su sector, concluyó que lo mejor en su caso era emprender. Y dicho y hecho.

"Llevaba mucho tiempo pensándolo y hace un año empecé a mover el negocio", recuerda. En esta aventura ha estado acompañada por la Cámara de Zaragoza, que le ha guiado en todo el proceso a través de su servicio de apoyo a la creación de empresas. "Me han ayudado mucho. Hice un curso de emprendedores y me elaboraron el estudio de viabilidad", apunta.

Su academia de inglés y alemán es una de las primeras que ha abierto en el joven barrio de Valdespartera (calle La Ventana Indiscreta, 6). Cuenta ya con cerca de un centenar de alumnos y ha contratado a otra profesora a jornada parcial. "Estoy contenta, hay bastante trabajo y los alumnos están muy contentos", afirma.

Por su experiencia, recomienda hacerse autónomo. "Tiene ventajas e inconvenientes: trabajas más pero te da más satisfacciones".