Las puertas aún no se habían abierto y ya había hora y media de espera para entrar. Los más veteranos del lugar no recuerdan nada parecido. Porque la 39ª edición de la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola (FIMA) estaba llamada a batir todos los récords y parece que lo va a conseguir. "Hemos puesto todos los medios para evitarlo pero nos hemos visto desbordados como nunca el día de la inauguración, que siempre es el de menor afluencia", reconocía su presidente, Manuel Teruel, a mediodía. "Eso es que el sector ha recuperado la confianza y cree en su futuro", apostillaba convencida la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina. Ambos participaron en la inauguración de la muestra, que reúne hasta el sábado a 1.357 expositores de 38 países de cuatro continentes, en 150.000 metros cuadrados repletos de la tecnología más vanguardista aplicada al campo.

La ministra basó su optimismo en datos. Después de registrar una caída "importante" en el periodo 2007-2012, "en el 2015 la venta de tractores creció un 6%, la de máquinas automotrices, casi un 9%, y la de maquinaria arrastrada o suspendida, casi un 13%", según informó, chuleta en mano. "Espero y deseo que esta edición sea un éxito, como lo fue la anterior, porque la confianza ha vuelto al sector agrario", aseguró. En la misma línea, presumió de que España es el octavo país exportador de productos agroalimentarios, y en el 2015 volvió a batir récord de ventas al exterior, con más de 43.000 millones de euros. "Por eso es importante que los agricultores y ganaderos vengan a la FIMA, aprendan, se aprovechen de la innovación y la tecnología y sigan impulsando un sector tan importante para la economía española", destacó.

Y si el agua llegó la semana pasada, ayer el sector agrario recibía otra buena noticia. García Tejerina anunció que, en "una semana o 15 días", se dará a conocer el borrador del real decreto que convocará el plan PIMA para sustituir el parque de maquinaria agrícola, dotado con cinco millones de euros. "Ya está encima de la mesa, prácticamente terminado, y pronto se trasladará a comunidades y organizaciones agrarias para que se pronuncien sobre él", confirmó. En su opinión, "hay que impulsar la renovación de las máquinas para ser más eficientes, sostenibles y competitivos".

En la comitiva, bastante más numerosa que en años anteriores, también estaba el alcalde de Zaragoza, Pedro Santiesteve, y el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán. Como si la FIMA le hubiera pillado de improviso, mientras Manuel Teruel le colocaba en la solapa un pin del certamen, el máximo responsable del Ejecutivo autonómico le preguntaba datos de la feria, para tener la lección aprendida antes de atender a la prensa. "La FIMA es uno de los acontecimientos más relevantes de Aragón y el termómetro que mide la vocación de futuro y la ambición de uno de los sectores económicos en el que más esperanzas tenemos depositadas", admitió. "La agroalimentación, que emplea a 37.000 personas en Aragón, combinada con la logística y la innovación, puede ser el vector de desarrollo más importante de la comunidad en los próximos años", auguró Lambán.

Las autoridades completaron el tradicional paseo por los pabellones haciendo entrega de los diplomas que acreditan las novedades técnicas de las distintas categorías premiadas por un jurado internacional, que este año ha distinguido a 33 innovaciones desarrolladas en 19 empresas.

También hubo tiempo para curiosear los aparatos, preguntar a los expositores o de ponerse al volante del premiado como 'Tractor del Año'. Algunas marcas incluso obsequiaron a la ministra con regalos. La holandesa Kramp le entregó una miniatura de su producto: una caja en la que esta compañía especialista en recambios provee a los concesionarios y talleres agrícolas en 48 horas. "Nuestro sistema es más sostenible porque evita usar cartón y es reutilizable", explicaron fuentes de la empresa, que en los cinco años que lleva operando en España ha pasado de facturar 119.000 euros a 3,2 millones, hasta alcanzar 1.680 clientes en la Península Ibérica.

La mañana seguía avanzando y los tornos de acceso no dejaban de girar. Una hora antes, maleta en mano, había entrado Ha Jongwoo, un agricultor surcoreano de 36 años que visitaba Zaragoza para conocer en persona las herramientas del futuro, que le harán el trabajo más fácil, le proporcionarán mayor seguridad y le ayudarán en la rentabilidad de su explotación. "Me dedico a la producción y manufacturas de cebolla y ajo en mi país. Llevo poco rato, pero me está gustando mucho", afirmaba en inglés. Por algo esta FIMA es la más internacional en 75 años de historia.