Con nervios y esperanza. Maite, de 52 años y vecina de Zuera, quiere ser cartera, una profesión «bonita» y que desde siempre le ha gustado por el «contacto diario con la gente y con la calle». Ahora tiene la oportunidad de conseguirlo y volver así a la vida laboral, que tras 25 años en el sector privado se le truncó por la crisis en el 2009 -desde entonces solo ha estado un año contratada-.

Ella fue una de los 3.323 aspirantes citados ayer en la Feria de Zaragoza para participar en las oposiciones de Correos, que no convocaba una oferta de empleo desde hacía ocho años (diez en el caso de Aragón). En juego hay 60 puestos fijos (41 en Zaragoza, 11 en Huesca, 5 en Teruel y 3 en Soria, que también entra en este cupo), la mayoría para repartidores a pie o en moto. Es decir, uno por cada 55 candidatos, aproximadamente. «Es muy difícil que consiga una plaza pero, al menos, confió en entrar en la bolsa de empleo», explicaba ilusionada.

Al punto de la mañana, el pabellón 6 del recinto ferial era un hervidero de gente. En uno de los corrillos, charlaba tímidamente un grupo que ha preparado la prueba en la escuela CEFES, ubicado en la avenida Navarra. Ninguno quiere hablar por los nervios, prefieren que lo haga Luis González, su profesor y CEO de este centro, que ha formado a 80 de los aspirantes. «El perfil es muy variado, pero abundan personas paradas de todos los sectores y mujeres mayores de 40 años», apunta. «Aprobarán muchos, pero hacerse con una plaza es más complicado...», precisa.

Los que más posibilidades tienen a priori son los que ya han trabajado como eventuales en Correos, pero las expectativas son altas en previsión de que la empresa pública postal vuelva a convocar ofertas de empleos en los próximos años.

«Vengo a intentarlo, pero lo veo imposible. Mi objetivo es seguir en la bolsa de empleo», asegura Pilar. Esta zaragozana de 38 años también ha sido víctima del desempleo desde el cierre hace tres años de la empresa Rubbermaid, aunque últimamente ha logrado trabajar temporalmente en Correos. El turolense Jorge, de 40 años y con un empleo temporal, ha venido atraído por el deseo de un empleo fijo. «Vengo a probar suerte, porque no he estudiado nada, pero quizá dentro de unos años me llamen para alguna sustitución o algo», comenta.

El dispositivo del examen contaba con medio centenar de trabajadores de Correos, que organizaron con destreza a la multitud. Poco antes del inicio de la prueba, a las 10 horas, todos los examinandos tomaban ya asiento, en perfecto orden. Ante sí, 100 preguntas tipo test (90 de contenido y 10 psicotécnicas), sin puntuación negativa por fallos y con 90 minutos para responder.

«Fiesta de la consolidación»

Todo transcurrió bajo la vigilancia de los sindicatos, con especial presencia de CCOO, mayoritario en la compañía y cuyos miembros lucían petos de la central para resolver dudas de última hora. «Esta es la fiesta de la consolidación de puestos eventuales», decía una ilusionada Ana Madrona, sindicalista de CCOO, quien atribuía la convocatoria de esta oferta de empleo a la «lucha y las movilizaciones de los trabajadores» de Correos. Este sindicato denuncia que se han perdido 500 empleos en Zaragoza al no reponerse jubilaciones, principalmente, Ahora todo apunta a que Correos remonta el vuelo.