El sector financiero

La fusión del BBVA y el Sabadell en Aragón: 74 oficinas y 450 empleados

Ibercaja asegura que la posible operación no altera su apuesta por un «futuro independiente»

Una oficina del Banco Sabadell en el centro de Zaragoza.

Una oficina del Banco Sabadell en el centro de Zaragoza. / Miguel Ángel Gracia

Los movimientos para la absorción del Sabadell por parte del BBVA, comunicados recientemente por la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), han pillado por sorpresa al sector financiero. En Aragón, el impacto de esta alianza sería limitado en relación a otros territorios, pero con un solapamiento de oficinas que hace presagiar cierres y el consiguiente ajuste de plantilla.

La operación contribuirá a concentrar aún más la oferta de servicios bancarios en la comunidad, donde la entidad resultante de esta fusión se convertiría en la tercera por número de oficinas, con 74 sucursales y unos 450 trabajadores.

En concreto, el BBVA cuenta con 50 establecimientos (34 en Zaragoza, 12 en Huesca y 4 en Teruel) y unos 300 empleados, mientras que el Sabadell opera otras 24 oficinas (16, 7 y 1, respectivamente) y un centenar de personas en plantilla. La suma de ambas redes comerciales solo sería superada por Ibercaja (329 oficinas) y la Caja Rural de Aragón (195). En el cuarto lugar le seguiría de cerca la Rural de Teruel (71) y tras ella Caixabank (65), el Santander (40), la Caja Laboral (17), Cajamar y Kutxabank (ambas 7).

«Desconocemos el alcance de la integración, pero por otras experiencias del pasado, lo previsible es que hubiera cierres de centros de trabajo y salidas en la plantilla», apuntó Miguel Ángel Villalba, responsable del sector financiero de CCOO Aragón. En caso de producirse un ajuste, confió en que se hace «de la mejor forma posible» para los trabajadores y sin «un empeoramiento del servicio» para la clientela.

Desde Ibercaja eludieron este jueves pronunciarse sobre la posible integración al tratarse de un anuncio sobre el inicio de conversaciones y negociación entre ambas entidades. «Sus accionistas tendrán que evaluar la conveniencia o no de este proceso», apuntaron. Esta operación, en cualquier caso, no trastoca «en absoluto» la hoja de ruta que se ha marcado el banco aragonés en el plan estratégico 2024-2026, presentado el pasado, en el que «solo se contempla un futuro independiente».

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