La plataforma Quién seca nuestros campos presentará hoy ante la oficina del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) en Calatayud una denuncia, avalada por 1.400 firmas, contra el uso de avionetas y otros sistemas antilluvia y antigranizo. Según los perjudicados, de comarcas repartidas por las tres provincias aragonesas, estos mecanismos son «ilegales» y han provocado un radical descenso de las lluvias, con el consiguiente impacto negativo en la producción y en la renta agraria.

«Pedimos que las autoridades tomen cartas en el asunto y prohíban estos vuelos que sueltan productos químicos que disuelven las nubes», señaló ayer Fernando Sánchez, responsable de la plataforma. En su opinión, esas aeronaves son fletadas por propietarios de tierras en otras zonas, con el fin de evitar tormentas, pero lo que se consigue es que no llueva en determinadas partes», aseguró el responsable de la entidad, que explota tierras en la localidad zaragozana de Used, en la comarca de Daroca.

Sancho aseguró que, cada vez que se anuncian tormentas, aparecen avionetas que dispersan las nubes, para lo que utilizan una combinación de yoduro de plata y acetona.

PARAR LAS TORMENTAS

«Se trata de parar las tormentas cuando se forman, antes de que lleguen a determinados territorios, pero eso perjudica a otras zonas que han visto cómo disminuía la producción de cereal por hectárea y se reducían drásticamente los beneficios», subrayó el responsable de Quién seca nuestros campos.

Este fenómeno, manifestó, se produce desde hace varios años y existe una gran preocupación en comarcas tan distantes entre sí como la Ribagorza y la de Calatayud.

Para Sancho, el envío de las avionetas constituye un delito contra el medio ambiente contra el que debe intervenir la Administración autonómica, así como los cuerpos y fuerzas de seguridad.