Desde Lérida se ha emprendido una campaña para restar legitimidad al traslado de las obras de Sijena basada en una serie de falsedades e imprecisiones que, no por mucho que se repitan, se convierten en verdad. Lo más grave es que estas mentiras son incluso fomentadas por los que, en teoría, son expertos en museos y patrimonio. Para contrarrestar esa campaña de infundios y ofensas hacia el tratamiento que se hace desde Aragón por su patrimonio, entidades como Apudepa han iniciado una campaña en redes desmontando las falacias, como en su día realizaron historiadoras como Marisancho Menjón. Estas son algunas de las flagrantes falsedades con las que se intenta desacreditar el retorno de estos bienes.

1. Solo reclaman las obras que están en Cataluña:

Como señala Apudepa, se devuelven las obras que fueron vendidas ilegalmente. En Lérida quedan muchas otras, algunas de gran valor, que no se reclaman. Y en Barcelona. También hay tablas en El Prado, Toledo y colecciones privadas. No se devuelven por los mismos motivos: Solo se devuelven las obras vendidas después de la declaración de Monumento Nacional en 1923, cuando una figura de protección impedía esas compraventas.

2. Hay recursos pendientes y la sentencia no es firme

Nunca se ha dicho lo contrario, y desde el Gobierno de Aragón se ha asegurado que si el fallo definitivo obliga a retornar los bienes, se devolverán en cumplimiento de las sentencias. Si las obras se han trasladado a Sijena es porque hay una medida cautelar, dictada por una providencia, que obliga a ese traslado. Por poner una comparación, cuando sobre una persona se dicta prisión preventiva, no significa que sea culpable, sino que el juez toma una serie de medidas cautelares durante el proceso judicial.

3. La devolución se hace en virtud del artículo 155.

Desde Cataluña se ha intentado politizar lo que es simplemente una decisión judicial que ha coincidido en tiempos con la aplicación del artículo 155 pero que no tiene nada que ver. Si la Generalitat hubiera cumplido con las sentencias dictadas en el 2015 y el 2016, estas obras habrían sido devueltas con anterioridad. De hecho, los exconsejeros que se opusieron a la devolución podrían incurrir en algún tipo de delito, aunque el Supremo se ha declarado no competente. Además, el ministro de Cultura, en virtud del 155, solo ha autorizado al traslado, pero no ha ejecutado la providencia que lo dictaba y que ponía como fecha límite el 11 de diciembre para la entrega.

4. Han usado la fuerza policial con nocturnidad

El uso de la fuerza es precisamente lo que demuestra que el Gobierno central no ha ejecutado la sentencia, ya que la providencia del juez señalaba que en el caso de no entregarse las obras antes del día 11, se usaría si era preciso la fuerza por parte de la Guardia Civl. Aun así, el traslado de las piezas se hizo bajo una fuerte vigilancia policial pero sin más incidentes que un leve forcejeo con un grupo de manifestantes.

5. Las obras fueron compradas por la Generalitat de forma legal.

Ni siquiera está acreditada esa compra, a pesar de que se exhiban unos contratos de los que se desconoce si se llegaron a pagar. Además de que la Justicia ha dictaminado que la compra no fue legal, quien supuestamente las vendió no era la propietaria, sino la depositaria (la priora de la orden del monasterio). Además, eran bienes que ya estaban protegidos por las leyes de Patrimonio, por lo tanto, no se podían vender.

6. Aragón no ejerció su derecho de tanteo y retracto.

El Constitucional ya dictaminó que Aragón no podía ejercer ese derecho, pero no entraba en la legalidad de la compra hecha por la Generalitat, algo que debía dirimir la Justicia ordinaria.

7. Aragón actúa así por catalanofobia.

Otra de las falsedades alimentadas por el nacionalismo catalán, que ha querido ver en un conflicto patrimonial un conflicto político. Desde Aragón nunca se ha actuado movido por sentimientos de odio sino de defensa de la dignidad y el patrimonio. Los mensajes políticos realizados por las autoriadades aragonesas siempre han apelado a la concordia y la fraternidad.

8. Las piezas están deterioradas de origen.

Los técnicos tendrán que determinar el estado real de las piezas devueltas de Lérida, pero una primera impresión demuestra que pasaron demasiados años en sótanos sin que se realizaran en ellas labores de conservación.

9. Las piezas se deterioraron durante el transporte porque lo hicieron con prisa.

Una mayor colaboración por parte del museo de Lérida habría facilitado un traslado con más garantías. En cualquier caso, este se realizó con todo rigor técnico y científico, por personal muy especializado.

10. En Sijena están expuestos en malas condiciones y en estanterías de Ikea.

La estupidez ha llegado a crear incluso esta afirmación, rotundamente falsa. La DGA ha hecho una inversión y se conservan con todas las condiciones aptas para las necesidades de estas obras.