Más de medio millar de personas, según las organizaciones convocantes, se sumaron ayer a una nueva edición de la Marcha contra el polígono de tiro de las Bardenas. En esta movilización pacifista participaron colectivos de Navarra y Aragón, como la Plataforma No a la Guerra de Ejea y pueblos, y representantes políticos de IU y CHA, entre otros navarros. Un año más, y van 28, reivindicaron el desmantelamiento de la instalación.

La protesta estuvo marcada este año por las últimas maniobras militares desarrolladas con fuego real, con el lanzamiento de diez toneladas de bombas durante el ejercicio Tormenta 2015. Estas maniobras, enmarcadas dentro del ejercicio Sirio, son las únicas con lanzamiento de armamento real aire-tierra que se realizan al año.

Estos datos se remarcaron en el manifiesto que se leyó ayer en esta movilización pacifista: "las últimas maniobras han dejado caer diez toneladas de bombas, pagadas por todos, para comprobar si más pronto que tarde éstas cumplen su macabro cometido de terminar con vidas humanas en otro lugar".

Mientras tanto, "se cierran comedores, se desahucia a familias de sus casas, se limita la asistencia sanitaria, se recorta en la educación de nuestros hijos", continuaron. Criticaron asimismo que se realizan vuelos nocturnos, que las maniobras contaminan y que se desconoce el tipo de armamento que se utiliza.

Esta instalación lleva funcionando desde 1951 y su contrato fue prorrogado por 20 años más a finales de 2008 entre Defensa y la Junta de Congozantes de Bardenas. No obstante, en 2018 se tiene que ratificar, por 12 millones de euros. El polígono está dentro del Parque Natural de las Bardenas Reales, declarado Reserva de la Biosfera en el 2000 por la UNESCO.