Una agresión neonazi provocó duros enfrentamientos en la prisión de Zuera en la mañana del pasado sábado cuando un skinhead intentó apuñalar a un recluso de raza gitana con un pincho carcelario. Como consecuencia de los incidentes, cuatro internos fueron ingresados en celdas de aislamiento, aunque no se registró ningún herido grave.

Los incidentes se produjeron en el módulo once, uno de los más conflictivos tras el nueve, donde se encuentran los presos más peligrosos.

Inicialmente, se interpretó que la agresión había partido del preso de etnia gitana, por lo que fue conducido a aislamiento. Pero instantes después se originó un tumulto y los funcionarios que acudieron a separar a los contendientes comprobaron que el neonazi que había participado en la agresión anterior ocultaba un pincho. Tanto este como otro interno gitano fueron aislados entonces por este segundo enfrentamiento.

Los incidentes volvieron a surgir con nuevos enfrentamientos entre las partes contrarias, motivo por el que otro skinhead fue también conducido a aislamiento.

Fuentes penitenciarias señalaron que los presos neonazis de la cárcel de Zuera forman grupo cuando coinciden en un mismo módulo y son origen de continuos problemas por su carácter agresivo con los demás internos.

El sindicato ACAIP emitió la pasada semana un comunicado en el que denunciaba la saturación que atravesaba la cárcel de Zuera, que había alcanzado su récord histórico, con 1.912 internos, cuando el centro fue construido para albergar un máximo de 1.006. ACAIP alertaba de que esta masificación podía incrementar la conflictividad entre internos, y recientemente ya se produjeron otros dos incidentes violentos.

Las fuentes consultadas señalaron que la población de la macrocárcel se situaba ayer en 1.891 internos y que solo en el módulo en el que se produjeron los enfrentamientos había 102 reclusos en el momento de producirse los hechos.

Esta masificación provoca problemas de control y vigilancia, ya que la plantilla de funcionarios está pensada para la población que originalmente se fijó para este centro. Sin embargo, la situación en algunos módulos se considera "explosiva" por parte de los funcionarios y en cualquier momento pueden volverse a repetir los incidentes.

Ayer, sólo en el módulo tres, también considerado como peligroso, se encontraban 143 internos, cifra que sobrepasa largamente todos los estándares establecidos para garantizar la seguridad.

La masificación que afecta tanto a la cárcel de Zuera como a la de Daroca --553 reclusos-- se atribuye a la falta de previsión de Instituciones Penitencias, que recientemente ha trasladado remesas de presos de las cárceles levantinas, mientras que el incremento de las medidas de vigilancia policial en la provincia de Zaragoza ante la proximidad de la Expo ha provocado que se disparen los arrestos, especialmente de personas que están en busca y captura.