Aragón es la comunidad española que cuenta con más pueblos bonitos (un total de once), la mayoría de ello, seis, en la provincia de Teruel. Castilla y León ostenta el primer puesto, con doce pueblos bonitos. Los aragoneses presentes en esta lista son Aínsa y Alquézar (de Huesca); Anento y Sos del Rey Católico (de Zaragoza); y Albarracín, Calaceite, Cantavieja, Puertomingalvo, Rubielos de Mora y Valderrobles (de la provincia de Teruel). Además, este año han sido adscritos a la lista de los pueblos más bonitos del mundo (The most beautiful villages of the world).

Los reconocimientos no dejan de llegar a estas localidades, algunas de tan solo 1.000 habitantes. Todas ellas han experimentado importantes beneficios a raíz de estas distinciones turísticas, como el incremento en el número de visitantes que reciben al año, un aumento de su población, y más subvenciones y ayudas para cuidar su patrimonio.

Aumento de visitas / La incorporación de los once pueblos aragoneses a la Asociación de Pueblos más Bonitos de España, y más tarde a la de los Más Bonitos del Mundo, ha supuesto un crecimiento sin precedentes en el número de visitantes de hasta el 500%, como ha ocurrido en Calaceite, que tiene las cifras más altas junto con Anento, que ha registrado una subida de hasta un 343%.

Por su parte, localidades como Cantavieja o Aínsa han recibido entre un 30% y un 66% más desde que entraron en este ránking. «Pertenecer a la Asociación de Pueblos Bonitos es una garantía, no solo de su belleza, sino también de su gran valor monumental, cultural o gastronómico que funciona como un factor innegable de atracción para los turistas», aseguró el presidente de la asociación, Francisco Maestre, en su última reunión.

El colectivo celebra un encuentro anual multitudinario con alcaldes y representantes de los distintos municipios y se presentan las nuevas adhesiones. En la última reunión se incorporó Sos del Rey Católico, a principios de enero del 2016. Según su alcaldesa, María José Navarro, en solo nueve meses, la localidad zaragozana ha notado un incremento de visitantes muy superior a años anteriores, de un 12,5%.

«Los meses previos a la temporada alta ya notábamos más turistas por las calles y más actividad, lo que no ocurría anteriormente», señaló Navarro. Este pueblo es reconocido a nivel nacional e internacional por el rico patrimonio histórico-artístico que alberga y por ser cuna del rey Fernando el Católico. «Lo mejor es perderse por sus calles e ir descubriendo todos los detalles», afirmó la alcaldesa. Además, Navarro subrayó la «excelencia turística de calidad» que tiene el municipio, que cuenta con 500 camas repartidas en hoteles, hostales y casas de turismo rural.

Más población

Pero no sólo se han beneficiado estos municipios de la llegada de turistas. Algunos de ellos han ampliado su temporada alta, y en consencuencia, han aumentado las ofertas de empleo para periodos más largos. «Todo ello ha provocado un asentamiento de población nueva muy importante», explicó el alcalde de Aínsa, Enrique Pueyo. Esta localidad es un claro ejemplo de los beneficios que generan este tipo de reconocimientos. Aínsa ha aumentado su población en 300 habitantes más en la última década.

Este pueblo oscense es visitado por los turistas por su impresionante plaza mayor, datada del siglo XIV, que permanece tal como estaba cuando se construyó. Además, el casco histórico acompaña a este gran espacio, que se encuentra nada más entrar a la localidad. El paisaje del entorno, las distintas casas, todas ellas con una arquitectura de estilo medieval, junto a la gran muralla que lo rodea, hacen de Aínsa un destino idóneo para los amantes de la naturaleza y de los pequeños pueblos de montaña con encanto.

La compañera oscense de Aínsa en la lista de «pueblos más bonitos» es la localidad de Alquézar, en el Somontano de Barbastro. Su laberíntico caserío medieval, junto a las rutas que se pueden realizar en su entorno, han vuelto a atraer al público y la han situado en una lista de pueblos, esta vez denominada las 7 Maravillas Rurales. Entre los 20 candidatos, se encuentran ambos pueblos de la provincia de Huesca.

Albarracín, Calaceite, Cantavieja, Puertomingalvo, Rubielos de Mora y Valderrobres han ayudado a dar un paso más a la publicidad turística de la provincia turolense, convirtiéndose en el territorio que más «pueblos bonitos» alberga. Esta misma semana, el presidente de la Diputación Provincial de Teruel (DPT), Ramón Millán, aseguró que la lista de estos pueblos «podría ampliarse con otros muchos más».

Teruel existe

Según Millán, el hecho de que Teruel sea la provincia española con más pueblos bonitos «no es una casualidad», y que en ello tiene «mucho que ver» los habitantes y las corporaciones locales de esta provincia aragonesa.

«La historia, el patrimonio o el medio natural de estos pueblos es algo innato, pero de no haber sido por el trabajo de alcaldes y vecinos para conservarlos y promocionarlos, de nada hubiera servido», señaló el presidente de la DPT.