Como ya ocurrió el verano pasado, los centros de salud catalanes continúan sin recetar medicamentos a los enfermos crónicos de otras comunidades. El jefe de la unidad de Farmacia del servicio Territorial de Salud de Tarragona, Carlos Llop, explicó ayer que los médicos se atienen a una instrucción emitida en el 2009 por el Servicio Catalán de Salud en la que se les pide que no receten fármacos a pacientes diagnosticados por otros médicos.

La medida, que afecta tanto a los visitantes de otras comunidades, como a los pacientes catalanes atendidos en un distrito territorial distinto al suyo, tiene motivos médicos y también un transfondo económico, indicó Llop.

Desde el Servicio Catalán de Salud recomiendan a los pacientes de otras comunidades viajar con todos los fármacos que vayan a necesitar. Llop también aconsejó a las personas que vayan a pasar seis meses o más, empadronarse en la localidad de destino para que se les asigne un médico.

En Aragón, según explicó el vicepresidente de la Sociedad Aragonesa de Medicina de Familia y Comunitaria (SAMFYC), Javier Perfecto, se suministran recetas a las personas que vengan de otras comunidades siempre que muestren un informe que certifique su enfermedad. Asimismo, indicó que, en general, los aragoneses ya están prevenidos y suelen llevarse los fármacos desde aquí, aunque confía en que "esto se pueda solucionar algún día".

Por su parte, el nuevo consejero aragonés de Sanidad, Bienestar social y Familia, Ricardo Oliván, insistió ayer en la idea de que "el Estado tiene que impulsar más el papel de coordinación entre las distintas comunidades autónomas en esta materia. No puede ser que al final las soluciones sean bilaterales entre Cataluña y Aragón".