Más de treinta colectivos integrados por asociaciones de vecinos, consejos de salud, partidos políticos, sindicatos o personal sanitario, mostraron ayer su rechazo a la decisión del Departamento de Sanidad de unificar las unidades de atención de salud mental, lo que supondrá el cierre del servicio en cinco centros de salud --Rebolería, Torrero, Las Fuentes, San José y Casablanca-- para centralizar la gran parte de ellos en Valdespartera y el primero a Sagasta.

Los afectados aseguraron de que la reagrupación de enfermos mentales "ayuda a la estigmatización" y alertaron de que el largo desplazamiento provocará que los pacientes dejen de acudir a las consultas y "una pérdida de adhesión al tratamiento".

La asamblea constituida por los consejos de salud de los barrios afectados, la asociación en defensa de la Sanidad Pública o la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Feapes Aragón), entre otras entidades sostuvo que esta unificación en un centro, situado a una distancia de 14 kilómetros en el caso de Las Fuentes, "mermará la calidad de vida no solo del paciente, sino también de los familiares".

Según explicó la asesora jurídica de Feapes, Patricia Hernández, estas personas con trastornos mentales, como la esquizofrenia, tardan muchos años en reconocer que necesitan iniciar tratamiento, tras una "lucha titánica" de sus familiares y añadió que "la complicidad y la confianza con su psicólogo o psiquiatra es fundamental en este tipo de pacientes y si ahora les van a cambiar de médico muchos de ellos no acudirán a la consulta", indicó.

Los afectados, que solicitaron una reunión con el consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, advirtieron, además, de las consecuencias para el centro de salud de Valdespartera, que da cobertura sanitaria a ese barrio, Rosales, Montecanal, Arcosur y Fuente de la Junquera. "Se van a ocupar unos espacios físicos creados para dar cobertura en Atención Primaria", indicaron.