La súbita crecida del río Arba le gastó una mala pasada a un grupo de senderistas zaragozanos que habían ido de excursión a la poza de Santa María, en Luesia, en las altas Cinco Villas. Dos adultos y tres menores, de entre 10 y 12 años, quedaron aislados al verse sorprendidos por la subida del nivel del agua y dieron aviso de que se encontraban en peligro.

Inmediatamente se organizó un dispositivo en el que participaron miembros de la Guardia Civil y de Protección Civil , técnicos de la DGA y Bomberos de la Diputación de Zaragoza. El equipo de rescate localizó a los afectados y logró trasladarlos, ilesos, a una zona más segura, según informó el Gobierno de Aragón.

Tarazona se vio sorprendida por una fuerte tormenta, cerca de la medianoche del viernes, que en cuestión de una hora, descartó 70 litros. El agua provocó la caída de una tapia de la antigua Fosforera y arrastró escombros que afectaron a una plaza próxima, según explicó Luis María Beamonte, alcalde de la ciudad.

Por efecto de la tromba se registraron inundaciones en bajos, garajes, establecimientos comerciales e incluso en el centro de salud y un transformador eléctrico. Asimismo, se produjo un desprendimiento en la carretera N-122.

OTRA VEZ EN LA A-132

Los bomberos de la Diputación de Zaragoza recibieron más de 15 avisos por las incidencias provocadas por la intensa lluvia, la mayor parte por inundaciones. Además, las lluvias dejaron una balsa de agua en la carretera A-121 en Ricla, a la altura del kilómetro 27,5. Y produjeron un nuevo desprendimiento en la A-132, entre Ayerbe y Murillo, que obligaron a cortar un carril como cuando se desvío por ella el tráfico de Monrepós.

En Uncastillo, donde cayeron 42 litros, se desbordó el río Riel, que aguas arriba afectó a la carretera de Los Pintanos. Asimismo, llovió intensamente en Ejea, en torno a 40 litros, y podría repetirse hoy en las Cinco Villas.