-¿Hasta qué punto el avance en el estudio de la enfermedad es determinante?

-En el desarrollo de esta enfermedad, al igual que en otras neurodegenerativas, están involucradas unas proteínas que se encuentran normalmente plegadas desarrollando su función, pero, por alguna razón que todavía se desconoce, su estructura cambia y se convierten en tóxicas. No se sabía qué tipo de estructura adoptaban y bajo qué mecanismos se hacían tóxicas y lo que hemos hecho es aislar las estructuras tóxicas y compararlas con las no tóxicas de la misma proteína para encontrar las razones por las que causan la muerte neuronal.

-¿Y qué obtuvieron?

-Unas interaccionan con las membranas de la neurona y las otras hacen que estas se rompan y se desencadene una serie de eventos. Hasta ahora no se había logrado aislarlas y poder establecer esa comparación. Lo que hemos conseguido es aislarlas para llevar a cabo ese estudio estructural que nunca antes se había realizado y estudiar al detalle las estructuras tóxicas.

-Osea, lo nunca visto

-Sin duda, estamos ante un hallazgo muy relevante a la hora de observar y analizar mejor las estructuras de esas proteínas tóxicas y sus mecanismos de acción. De este modo, se pueden desarrollar estrategias terapéuticas más efectivas y específicas, así como marcadores que puedan conducirnos a desarrollar herramientas de diagnóstico precoz. Pero es preciso recordar que en el desarrollo de las enfermedades neurodegenerativas influyen muchos factores. El que ahora hemos hallado es crucial, pero existen más eventos. Se trata de una enfermedad multifactorial y, aunque estamos ante un estudio especialmente relevante, todavía queda mucho camino por recorrer.

-Entonces todavía es demasiado temprano para aventurar la posible cura de la enfermedad...

-Lo que se puede afIrmar es que estamos más cerca de entender bien la enfermedad de cara a desarrollar estrategias de este tipo. El tratamiento que existe en la actualidad provoca una serie de problemas secundarios porque, principalmente, se desconoce todavía mucho esta patología y no se dispone de estrategias eficientes y específicas. Pero, sin duda, estamos ante un paso importante porque nunca se había dado un avance de este tipo en la lucha contra el párkinson.

-¿Pero al menos hay motivos para el optimismo?

-Eso siempre. Insisto en que el camino es largo y todavía queda mucho por recorrer de cara a hablar de cura de esta enfermedad. No se deben crear expectativas. De eso me di cuenta el año pasado, cuando mucha gente que está sufriendo nos llamaba tras el avance con el tiburón. Pero esperemos que llegue en un futuro no muy lejano.