El continuo goteo de rescates de montaña, muchos de ellos por imprudencias, sigue siendo incesante en los picos aragoneses. El caso más llamativo fue el de ocho barranquistas, entre ellos cuatro menores de edad, que finalmente consiguieron llegar en la madrugada de ayer hasta Alquézar guiándose con la luz de la luna después de que se hiciera de noche cuando realizaban el descenso del río Vero. Antes sin embargo habían movilizado ya a la Guardia Civil que inició el dispositivo de rescate en dos ocasiones.

Se trata de dos familias procedentes de Toledo y Arganda del Rey (Madrid), que se encontraban realizando el descenso del Vero en el área Tercer Caos en Alquézar y que tuvieron que pedir auxilio al hacerse de noche, ya que no conocían la zona y carecían de linternas. Tras contactar con las fuerzas de seguridad, un operativo de la Guardia Civil comenzó, a las 21.30 horas del miércoles, las labores de búsqueda del grupo, al que recomendó no moverse del lugar.

Hasta la zona se trasladaron tres componentes de los especialistas de montaña de la Guardia Civil, quienes localizaron al grupo, mediante bengalas, a las que los barranquistas respondieron con el flash de una cámara de fotos. Tras comprobar que se encontraban bastante alejados del lugar donde les habían indicado, los agentes decidieron trasladarse hasta Alquézar, e iniciar la búsqueda desde esta localidad oscense.

CASO OMISO Mientras, los ocho barranquistas consiguieron llegar ilesos hasta este municipio por un sendero, guiándose con la luz de la luna, lo que fue comunicado inmediatamente a la Guardia Civil, que se encontraba en ese momento en el collado de San Justo para reiniciar la búsqueda. Eso a pesar de que los agentes habían advertido a las familias que no se movieran.

Además, un montañero fue rescatado también el miércoles con heridas en la cabeza producidas al descender la Tuca de Bardamina en el término municipal oscense de Benasque. Tampoco fue muy prudente este montañero ya que decidió acudir a la montaña sin un teléfono móvil.

Los hechos ocurrieron sobre las 18.30 horas, cuando un bloque de piedra de la Tuca de Bardamina al que estaba agarrado el montañero se desprendió, ocasionándole heridas sangrantes en la cabeza. El herido, que no llevaba móvil, llegó hasta el refugio de Estós por su propio pie, donde fue atendido y evacuado hasta el centro de salud de Benasque.

Asimismo, la Guardia Civil de Benasque rescató a un escalador zamorano con síntomas de agotamiento tras haberse quedado enriscado en el municipio oscense del Congosto de Olvena. El rescate se prolongó durante más de cinco horas y finalizó ya pasada la medianoche, ya que los agentes tuvieron que escalar hasta el lugar en el que se encontraba con síntomas de agotamiento. Tras localizar al hombre, le ayudaron a descender de la pared.