El Salud ha dado instrucciones a los centros sanitarios para que sus paredes dejen de acoger anuncios, carteles o publicidad en general. Apelando al "buen uso y mantenimiento de edificios e instalaciones", la Administración sanitaria, a través del director de Recursos Humanos, Luis Pérez Tobajas, expone, en un comunicado interno, que "se vienen detectando con cierta frecuencia inadecuadas prácticas en cuanto a la colocación de anuncios, carteles y publicidad de todo tipo en las paredes de los edificios y que no se ajustan a las debidas condiciones de limpieza y cuidado de las instalaciones, que deben ser respetadas por el conjunto de empleados y usuarios".

En ese sentido, el Salud diseña un "procedimiento común" que permita la "difusión apropiada" de actas, comunicaciones y publicidad en general, "poniendo fin a su colocación indiscriminada". Así, las instrucciones imponen que en todos los centros de salud existan "uno o varios" tablones oficiales de anuncios y carteles o, en su defecto, espacios habilitados para estos usos en los que se publicará la información, por lo que, salvo autorización expresa de la dirección del centro, "no se permitirá, independientemente de su contenido, la colocación de carteles, notas y comunicados en las paredes o espacios públicos".

Además, la nota obliga al celador o al personal de la limpieza a retirar la cartelería que no respete las nuevas normas y el director "se ocupará de advertir a la entidad o persona firmante de los mismos"

EN TABLONES En el comunicado interno, el director de Recursos Humanos también obliga a los directores de los centros sanitarios a "impedir" esa exposición de carteles, notas o comunicados cuyos textos o imágenes "atenten o vulneren los derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, el Estatuto de Autonomía de Aragón y el resto del ordenamiento jurídico", así como, en general, "aquellos que pudieran resultar injuriosos u ofensivos para personas o instituciones".

Estas instrucciones, que se harán efectivas "con carácter inmediato", no afectan, eso sí, al uso de los tablones sindicales.

La medida ha sido criticada por parte de algunos sectores sanitarios, que consideran que la intención es "limitar la libertad de expresión a unos pocos espacios" porque las paredes "son una enorme valla publicitaria que es vista por centenares de miles de ciudadanos y 20.000 profesionales y donde muchos grupos critican la política sanitaria o convocan a actos y concentraciones". En este sentido, argumentan que la nota no va firmada por el responsable de instalaciones.