--¿Por qué?

--¿Escocia? Porque siempre he querido conocer mundo.

--¿Y siempre ha querido hacer cine?

--Yo empecé en el teatro, porque he querido contar historias. El teatro se me quedaba corto por la imagen. Quiero ver de cerca al actor.

--Eso es el cine: teatro en primer plano.

--Eso es; el lenguaje del cine te da muchas posibilidades.

--¿Cómo ha sido lo de ganar un premio en las Inglaterras?

--Pues les queda poco, porque Escocia quiere la independencia. Esto es como los goya, su Academia del Cine. Y mi premio es a los jóvenes talentos, a los que estamos empezando. Nosotros competíamos con una producción española-escocesa.

--¿Es autora del guión?

--Sí y codirectora. Se ha proyectado ya en el festival de La Almunia y el pasado viernes en la Filmoteca de Zaragoza; optamos a cuatro nominaciones a los premios Simón, que se entregan hoy en el Principal. Tengo esperanza pero competimos con trabajos muy buenos.

--Se rodó en Zaragoza.

--Sí, en Almazán y Villarroya de la Sierra. Con una producción muy ambiciosa, con la directora de fotografía y el equipo de cámara del Reino Unido. Los actores son aragoneses.

--¿Para cuándo el largo?

--Ahora yo escribo y quiero encontrar a alguien que me produzca el largo; el corto es el paso intermedio para los que empezamos. Pero no olvides que hay gente que está interesada en ese medio de narración, sin pretender hacer largos.

--Quizás atravesamos el peor momento de la historia del cine.

--Sin duda; ha habido muchos años de trabajo, donde no hemos sabido crear una industria. Y ahora estamos en un momento que es imprescindible buscar nuevas formas de financiación. Nunca se ha planteado en serio que el cine es una industria, con todo lo que supone.

--Los franceses lo hacen muy bien.

--Es verdad; han logrado generar un cine con identidad, que está triunfando en muchos países. Tenemos que competir con una maquinaria que es el cine americano, y lo que hay que fomentar es que lleguen a las salas más cine español. ¿Se llama discriminación positiva? Sí, pero se necesita.

--Un consejo: tal como están las cosas aquí, no vuelva.

--¡Discrepo, porque quiero volver! Con la frente marchita.

--No sé...

--Hombre, todavía me queda mucho mundo por descubrir, pero si hubiera una oferta interesante, volvería.