El experto en rehabilitación en fachadas José María Gracia ha advertido hoy de la necesidad de mantener en condiciones de seguridad y habitabilidad los edificios y fachadas porque de no hacerlo los propietarios se enfrentan a diferentes responsabilidades.

Gracia, arquitecto técnico, ingeniero técnico industrial, ingeniero técnico de obras públicas y graduado en ingeniería de organización industrial ha intervenido hoy en la primera sesión de las Jornadas de Rehabilitación que celebra el Colegio Oficial de Graduados en Ingeniería de la rama industrial, Ingenieros Técnicos Industriales y Peritos Industriales de Aragón (COGITIAR) hasta el próximo 3 de octubre.

Según este experto, la falta de mantenimiento de fachadas, balcones y revestimientos exteriores es la principal causa de desprendimientos, que ocasionan daños materiales y personales en las ciudades.

El motivo es que los edificios están sometidos a la acción de los agentes climáticos y sufren con el paso del tiempo, informan fuentes de COGITIAR en una nota de prensa.

En la mayor parte de las ciudades es obligatorio que los edificios superen la llamada Inspección Técnica de Edificios (ITE) al cumplirse 50 años desde su construcción, ya que en caso contrario pueden derivarse sanciones y consecuencias de mayor gravedad -también legales y de cobertura de seguros- en caso de siniestro que afecte a terceras personas.

Entre los problemas más frecuentes se encuentran los desprendimientos de fachadas, revestimientos de balcones, medianerías y elementos decorativos, que al caer a la calle pueden causar graves daños en los bienes y las personas.

En la mayor parte de los casos, según este experto, se debe a un mal mantenimiento del edificio, que puede afectar tanto a sus elementos exteriores como a los que no se ven, incluyendo patologías estructurales que pueden poner en riesgo la propia estabilidad de todo el conjunto si afectan a pilares o a otros elementos constructivos.

Habitualmente, una falta de conservación se traduce en fisuras y grietas en fachadas, cubiertas, corrosiones en armaduras o pérdidas de recubrimientos estructurales, que acaban con humedades y desembolsos considerables de dinero para el propietario o la comunidad de vecinos.

Otras veces, una simple reforma de un patio de acceso con baldosas inadecuadas que no permitan evacuar la humedad acaba estropeando las paredes que se pretendía arreglar y las de los edificios colindantes.

Gracia ha recordado que "es importante que en Aragón, donde el 70 % de las casi 800.000 viviendas que hay son anteriores a 1980, sus propietarios conozcan que tan importante es afrontar la conservación del edificio como hacerla con una buena dirección técnica y mano de obra cualificada que sepa cómo aplicar las soluciones para los problemas que hay, porque si no volverán a aparecer".

La siguiente Jornada de Rehabilitación, prevista para el 19 de septiembre, estará centrada en la envolvente térmica de los edificios y el ahorro energético (retorno de la inversión).

El propósito de este ciclo es abordar integralmente la rehabilitación de edificios aprovechando el amplio conocimiento técnico que tienen los graduados en Ingeniería y la experiencia de las empresas más punteras del sector.