Un caza F-18 quedó ayer inutilizado tras realizar un aterrizaje forzoso en la pista del aeropuerto de Zaragoza, bloqueando la instalación y obligando a desviar a Barcelona el vuelo de Ryanair desde Londres. El incidente afectó también a quienes iban a tomar el avión en sentido inverso, que tuvieron que esperar algo más de tres horas, desde las 17.00 a las que tenía previsto su despegue. El piloto solventó la avería del tren de aterrizaje sin resultar herido.

El incidente, según explicaron fuentes del Ejército del Aire, se produjo cuando el caza, integrante del Ala-12 de la base madrileña de Torrejón de Ardoz, se disponía a tomar tierra.

Se dio la desafortunada casualidad de que la segunda pista de la base aérea está en obras, con lo que el caza -cuyo grupo está, junto con el Ala-46 de Telde (Canarias), de maniobras en Zaragoza-, tuvo que utilizar la pista que comparten con los civiles.

Según fuentes de Defensa, el tren de aterrizaje dio algún tipo de error, y el piloto optó por utilizar el enganche de cable, una maniobra por la cual el avión, con un garfio, se aferra a un cable para frenar en poco espacio y minimizar los daños, como en los portaaviones. Durante esta maniobra, la pata derecha sufrió daños, lo que obligó a repararla in situ antes de remolcar el aparato.

El incidente obligó a desviar el vuelo que tenía la llegada prevista a Zaragoza, desde el aeropuerto londinense de Stanstead, sobre las 16.40 horas. Ryanair habilitó autobuses a las 19.00 y 22.00 horas para el regreso. Paralelamente envió otra aeronave para el viaje de vuelta, cuya llegada fue saludada con vítores por los pasajeros que esperaban en la sala de embarque. Al menos se llevaron un descuento de 5 euros para las tiendas del duty free.

Algunos de los que esperaban a los viajeros se quejaban de la falta de información. «En el mostrador son un encanto, pero por megafonía no han dicho nada más que el retraso. Nos hemos tenido que enterar por un taxista de lo del caza», lamentaba Rosa.

Otros, como Pascual Moreno y Sara, optaron por viajar a Madrid, a costa de Ryanair, para retomar hoy su vuelo con destino final a Irlanda. «Te lo dan solo con dos horas para el transbordo, con los primeros 50 minutos de retraso ya no nos daba tiempo», explicaban. Para Nate Knight, el incidente iba a suponer una noche más de estancia en casa de unos amigos zaragozanos, antes de partir a Edimburgo. «Me han devuelto el dinero y volaré desde Barcelona. No hay problema, me gusta la ciudad», aseguraba.