AUTOR Mohsen Emadi

ACTUALIDAD Reside en la Casa del Poeta de Trasmoz, inmerso en un proceso de creación

El iraní Moshen Emadi ocupa este mes la Casa del Poeta de Trasmoz, gracias al programa de visitas puesto en marcha por la Consejería de Cultura de la DGA. El poeta, traductor y director de cine, con libros publicados incluso aquí, en España, aprovechará su estancia para compaginar sus dos principales tareas literarias: la traducción --en este caso, del poeta sueco Gunar Eckelöf y de Antonio Gamoneda-- y la creación.

Y el ritmo de esta última que ha alcanzado en solo una semana es asombroso incluso para sí mismo. "El paisaje de Trasmoz es muy similar a la zona de Irán donde crecí, en el norte, y la estancia me está trayendo recuerdos de la infancia propicios para escribir". Tanto es así que, como asegura, ufano, "en menos de una semana ya he escrito 14 poemas".

En cuanto a la temática, la hay de todos los tipos, aunque siempre de estructura libre, sin nada que ate al verso. Una característica de su estilo, que "combina las influencias de la poética iraní contemporánea con las tendencias mundiales". No es extraño que éstas le afecten, siendo traductor literario --cita continuamente sus trabajos con poetas españoles, como Lorca o Machado--, pero en realidad no es que él sea un adelantado, sino que la intelectualidad del país está bastante expuesta a Occidente.

"Ha habido grandes maestros de la cultura contemporánea iraní como Hedayat o Shamlou que se han educado en escuelas europeas", así que pocos de los movimientos de vanguardia son ajenos en el país, al menos entre la intelectualidad. Una conversación con Emadi elimina la sensación de cerrazón que puede existir respecto a la cultura en Irán, pero tampoco es que intente convencer a nadie de que las cosas son de color de rosa. En cualquier caso, no tiene intención de abandonar su país, como parecería lógico --teniendo aquí, además, el referente del exilio--. "No es cuestión de valentía ni cobardía, es simplemente la necesidad de iluminar la oscuridad".

El poeta es muy dado a las metáforas luminosas, casi tanto como a las citas de otros famosos escritores. Lo que no ve claro es la poesía combativa, cualquier referencia a ello le hace pensar en "valores de tipo material, casi económico, que el arte no tiene". Así pues, no cree que la poesía sea un arma cargada de nada, lo que no significa que no tenga un valor en sí misma y que, en cierto modo, no pueda ayudar a la gente. "Lorca, por ejemplo, no hacía poesía política, estrictamente hablando --explica--, y sin embargo le mataron".

En lo que no muestra ninguna duda es en el tema a tratar, el más universal y común de todas las culturas: el amor. Algo que, además, no se queda solo en el elogio de la belleza, tiene un gran poder. "En palabras de Octavio Paz, ´el amor es un movimiento, es luz´. Por eso, el amor es en realidad el movimiento político más importante de este mundo: todo lo que trae luz supone una lucha contra la oscuridad".

FERNANDO MANTECÓNfmantecon@aragon.elperiodico.com