Balón de oxígeno para los ayuntamientos de la provincia. La Diputación de Zaragoza (DPZ) aprobó ayer el Plan de Infraestructuras y Equipamientos y el Plan de Obras y Servicios. Estos proyectos que permitirán a los municipios invertir, en conjunto, 18 millones de euros. La decisión busca reactivar las inversiones de los pequeños consistorios, muy perjudicados por la crisis y por las deudas pendientes con los proveedores.

"Son dos instrumentos fundamentales", explicó Luis María Beamonte, presidente de la DPZ, a la salida del pleno extraordinario celebrado por la institución. Una decisión que, según él, dará mayor fortaleza a los ayuntamientos tanto en el día a día como a la hora de acometer nuevos proyectos.

Los trámites se agilizarán, además, para facilitar que la dotación llegue cuanto antes a las arcas municipales. El pleno acordó modificar la Ordenanza General de Subvenciones mediante el que se simplifica el procedimiento.

En cualquier caso será el presidente de la Diputación, y no el pleno, el que tenga la última palabra en proyectos de máxima prioridad. Beamonte declarará las solicitudes de interés provincial. IU criticó el proceso y apeló a la transparencia, mientras Beamonte especificó que la reforma no busca restar competencias al pleno sino dar mayor rapidez a las necesidades urgentes.

"No lo vea de otra manera, si tuviese una docena de alcaldes empujándole en cuestiones ordinarias entendería que este es un instrumento de agilidad", le espetó el presidente al portavoz de IU, José Luis Miramón.