En medio de la batalla política por los trasvases, tanto entre los partidos políticos como entre los gobiernos regionales del PP, un informe de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), que analiza la posibilidad de paliar la sequía en Murcia con los propios recursos de la comunidad, permanece oculto. La solución para compensar el déficit hídrico, estimado en 460 hectómetros cúbicos, vendría de diversos acuíferos subterráneos descubiertos recientemente, pero cuyo conocimiento no ha trascendido, según publicó ayer El Confidencial.

El plan de sequía elaborado por técnicos de la CHS certificó la existencia de tres grandes depósitos de agua sin explotar. Los resultados han sido de hecho publicados en el libro Las aguas subterráneas en la gestión de la sequía. El ejemplo de la Vega Media y Baja del Segura, pero los 500 ejemplares que se imprimieron hace diez meses permanecen en cajas bajo una escalera en una de las sedes de la confederación, en Murcia. La presentación en sociedad del volumen ha sido aplazada en varias ocasiones desde su impresión.

Según la información del libro, en la cuenca del Segura hay al menos un gran acuífero con suficiente capacidad para ayudar a equilibrar el déficit de la cuenca. Se trataría del de la Vega Media y Baja del Segura, de aguas confinadas que pueden ser surgentes y que tiene unos 2.000 hectómetros de reserva, de los que 100 son renovables anualmente. Además de este existirían otros depósitos como el del Alto Guadalentín, entre Lorca y Puerto Lumbreras --sin evaluar en cuanto a capacidad-- y el de Mingogil-Villarones, en Hellín, con una reserva de mil hectómetros cúbicos, de los que otros 50 son renovables anualmente. Uniéndolos a otros ya localizados como el de Moratalla, Calasparra, Cieza o Caravaca equilibrarían el déficit hídrico sin aportación de otras cuencas.

Además, la explotación de estas reservas no causaría daños medioambientales si se realizara de forma controlada, según los propios técnicos que elaboraron el estudio --tres geólogos y dos coordinadores--. Esto se debe a que los acuíferos tienen aportaciones de las montañas por infiltración que se filtran a su vez al mar si no se utilizan.