El plan municipal de inserción sociolaboral prevé dar trabajo a alrededor de 70 personas. El programa está dirigido a personas que viven en una situación de vulnerabilidad y exclusión social. Persigue como objetivo facilitar el acceso al mercado laboral a desempleados de larga duración que viven, en su mayoría, gracias a las prestaciones sociales.

Este será el tercer año en el que se lleva a cabo este proyecto impulsado por Chunta Aragonesista. Dispone de una partida de 940.000 euros de los que 40.000 corren a cuenta de la Asociación Aragonesa de Empresas de Inserción (Arei). El 90% del presupuesto se dedica a las contrataciones.

Este año, como novedad, la preselección de las personas que participen en el programa a través de Zaragoza Incluye, aunque serán las empresas de inserción las que culminen el proceso de selección. Este plan nació con un objetivo claro: dar una salida profesional a personas en exclusión social y desempleadas que forman parte del itinerario de atención de los Servicios Sociales y que, en la mayoría de los casos, perciben alguna subvención pública, como el Ingreso Aragonés de Inserción (IAI) o una ayuda urgente del propio Ayuntamiento de Zaragoza.

HUYE DEL ASISTENCIALISMO

La concejala de Educación e Inclusión, Arantza Gracia, recalcó que no es un programa asistencial, todo lo contrario. Busca "mejorar la calidad de vida de personas en riesgo de exclusión" facilitándoles un puesto de trabajo y abriéndoles las puertas para poder optar a un contrato futuro. El presidente de Arei, Carlos Lazaga, precisó que la razón de ser del plan es "la inclusión en el mercado normalizado. Este es el fin del convenio". En las dos ediciones anteriores se ha logrado cumplir con las expectativas y varios de los empleados fueron en empresas de inserción. Entre el 10 y el 20% de las personas que participaron en las anteriores ediciones se han reincorporado al mercado laboral.

En el 2013 se crearon 58 puestos de trabajo, de los que 45 fueron de inserción. La cifra aumentó en el 2014 hasta los 69, 59 de inserción. El resto corresponde a contrataciones de personal de coordinación y dirección de los trabajos que realiza en beneficio de la ciudad.

APUESTA CLARA

La concejala de Inclusión explicó que el plan de inserción sociolaboral apuesta por dos cosas: primero por la economía social y "otra manera de entender las empresas que va más allá de ganar dinero"; segundo, por atender de forma "activa" a personas en situación de vulnerabilidad.

Lazaga apuntó que con este proyecto se logra un "beneficio y un retorno social". La mayoría de las personas que se contratan están percibiendo algún tipo de ayuda que "supone un coste al consistorio", explicó. Al ser contratados y percibir un salario, dejarán de recibir la subvención y contribuirán a las arcas públicas con las retenciones del IRPF, la cotización y el consumo que puedan hacer. "Por cada euro que el ayuntamiento invierte en este proyecto, hay un retorno de 1,5 en ayudas", aseguró el presidente de Arei.

Entre las funciones asignadas a los futuros trabajadores se encuentra la atención a las personas sin recursos y la mejora de su calidad de vida con actuaciones tales como el cambio de bañeras por duchas en viviendas en las que viven personas de movilidad reducida y sin recursos, la adecuación de espacios de uso ciudadano o zonas forestales, parques y jardines. En total, están previstas que se realicen alrededor de 141 actuaciones en la ciudad.