La quinta edición del Festival Matarranya Íntim ha superado todas las expectativas de la organización, con más de 2.500 espectadores en tres días con un total de 48 pases de espectáculos en los escenarios de casas particulares y espacios públicos de Cretas/Queretes (Teruel).

Esta reunión de las artes escénicas de vanguardia se ha consolidado como una excelente opción entre los festivales de verano aragoneses en la que los organizadores se han visto obligados a programar algunos pases no previstos "porque todos los programados se han llenado rápidamente y la gente seguía demandando poder disfrutar de las obras del festival", ha explicado en un comunicado Jacobo Roger, director del festival.

En esta ocasión, las expectativas que se habían marcado desde la organización se han visto superadas ya desde la inauguración de la cita, que tuvo lugar el viernes con la exposición 'La Última Danza' de Ernst & Ernst, en la que la asistencia de público fue mayor la esperada.

En Cretas el cartel de no hay entradas se colgó tanto para las sesiones del sábado como las del domingo, lo que llevó a los responsables de Francachela Teatre a programar pases no previstos de algunos de los catorce espectáculos que conformaban el programa de este año.

"Este año hemos tenido una ocupación del 100 por cien. Aunque casi podríamos decir del 110 por cien porque hemos tenido que programar algunos pases no previstos porque todos los programados se han llenado rápidamente y la gente seguía demandando poder disfrutar de las obras del festival", ha explicado Jacobo Roger, director del festival.

Además ha expresado su satisfacción porque aunque en esta quinta edición se había ampliado "significativamente" el número de espectáculos, "la gente ha respondido muy bien y todos los pases han estado al completo".

Roger ha recordado el crecimiento que ha experimentado este año el evento, que en esta ocasión estaba dedicado en su mayoría a espectáculos creados o interpretados por mujeres y bajo el lema "Matarranya tiene nombre de mujer", en el que se ha pasado de unos 500 asistentes los primeros años a los 2.500 en Cretas.

"Estamos muy satisfechos porque cada año se acerca más gente al festival, y muchos, una vez que vienen se enganchan y suelen repetir en los años posteriores. De hecho, hay personas que nos acompañan desde la primera edición y también hay muchos que empezaron a seguirnos cuando lo hicimos en su pueblo, y ahora ya son incondicionales del festival", ha afirmado Roger.

Al respecto del programa de esta quinta edición ha apuntado que buscan presentar actuaciones de muchas clases y este año "el abanico de propuestas de las que han podido disfrutar los espectadores ha sido increíble. Hemos tenido teatro de texto, danza performance, piezas breves y de larga duración, humor gamberro, cuenta cuentos, música de cámara...".

El final del festival llegó con el estreno mundial del espectáculo 'Miranfú' de Gavarnie Ensemble que, en una ermita de la misericordia abarrotada de público, mezcló la música de cámara con la poesía.

A pesar del gran éxito que ha supuesto esta quinta edición, Jacobo Roger ha vuelto a reclamar, como ya hizo antes del comienzo en declaraciones a EFE, un mayor respaldo económico de las administraciones porque "si no recibimos este apoyo, la verdad, es que a día de hoy vemos complicada la continuidad de este festival".