La Policía Nacional ha resuelto el misterio del robo de la puerta de entrada de una comunidad en la avenida San José de Zaragoza, concretamente el portal 46-48, con la colaboración de los vecinos. Estos fueron los que sospecharon que la nueva entrada era en realidad la misma que les habían sustraido, repintada. Y la Policía confirmó sus sospechas y acabó por detener por hurto y estafa al instalador de la puerta, y su presunto ladrón.

El curioso robo, como en su día publicó este diario, tuvo lugar en la madrugada del 7 de junio del año pasado. Los vecinos lo descubrieron al día siguiente, aunque muchos creyeron que se trataba de una sustitución. Nadie había oído ruidos.

La investigación policial acotó el tiempo de la sustracción de la puerta a ocho minutos, entre las 5.42 y las 5.50 horas de aquella madrugada. La rapidez, unida a la aparente falta de ruidos, indicaba que el trabajo era de algún profesional acostumbrado a estas manipulaciones. Más aún por la falta de marcas y desperfectos propios de reventar una puerta, como fracturas o arrancamientos de bisagras.

Mientras la investigación policial continuaba, el que al parecer era el encargado habitual de las obras en la comunidad, J. C. P., de 51 años, se encargó de sustituir la puerta por una del mismo modelo, de otro color. Los vecinos se extrañaron de que la puerta no solo era del mismo tipo sino que tenía las mismas rozaduras, golpes y marcas.

Las muestras tomadas por la Policía en el lugar confirmaron que, en efecto, se trataba de la misma, y tras las pesquisas acabaron por arrestar al reparador e imputarle policialmente por delitos de hurto y estafa. A la comunidad, o más bien al seguro, la reparación le salió por 3.750 euros, que si se demuestra la culpabilidad del hombre, recuperará.