El consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, anunció ayer en el pleno de las Cortes su compromiso con el consejo de salud de Aragón en crear en su seno un grupo concreto para verificar si en las listas de espera «se están maquillando datos o no», aunque se mostró «parcialmente satisfecho» por el trabajo que se está haciendo en cirugía y también en pruebas diagnósticas, sobre las que espera una mejoría.

Asimismo, anunció que en los próximos meses, una vez solucionadas cuestiones relativas a la protección de datos, cada paciente tendrá un «pin» de identificación para comprobar su lugar en la lista de espera quirúrgica.

Celaya cifró entre el 4% y 5% el número de pacientes en lista de espera quirúrgica que se están derivando a clínicas privadas y lo justificó en que no se puede asumir la demanda y en que «crean puestos de trabajo y, por lo tanto, también hay que darles su oportunidad».

En una comparecencia a petición del PP, cuya portavoz de Sanidad, Carmen Susín, aseguró que el gasto en derivaciones se ha disparado hasta los 39 millones de euros, 20 más que en el 2015, que se hacen planes de choque y peonadas y que a pesar de eso el Gobierno no es capaz de controlar las listas de espera, Celaya advirtió que Aragón es la segunda comunidad que menos destina a conciertos, el 4 % del presupuesto.

Asimismo, tachó de «tremendas» las cifras de demora media que había con el anterior Gobierno.