Las recientes declaraciones en Teruel de la representación de la Comisión Europea en España, Dimitri Barau, han desatado la alarma al declarar que «Europa no contempla un fondo para la despoblación», lo que ha propiciado que la entidad Serranía Celtibérica se haya puesto manos a la obra para requerir a las instituciones varias reuniones de trabajo y tratar de solicitar a la Unión Europea que financie zonas como la que engloba la serranía, prácticamente un desierto demográfico situado entre Teruel, Cuenca y Soria. De momento, todas excluidas de fondos de ayuda europea.

Por este motivo, se han remitido diversas cartas a las administraciones para abordar este problema y presionar en Bruselas para que Serranía Celtibérica sea merecedora de algún tipo de ayuda.

Según el catedrático de la Universidad de Zaragoza, Francisco Burillo, la Serranía Celtibérica está reconocida como Región Escasamente Poblada, Región Montañosa y Zona Rural Remota y demanda que se aplique la misma discriminación positiva que la Unión Europea, en razón del artículo 174 de la TFUE, reconoce a las Regiones Insulares y Ultraperiféricas. Esto es lo que ha sucedido con las islas Canarias, lo que ha supuesto que su población se cuadruplique, gracias a un IVA reducido al 7%, un impuesto de sociedades del 4% y bonificaciones fiscales a los residentes.

Para dar constancia de la gravedad, el profesor Burillo ejemplificaba recientemente en 20 minutos asegurando que «en un territorio de 65.825 km², dos veces más que Bélgica, solo viven 475.149 habitantes (en la ciudad de Málaga 569.009), lo que da una densidad de 7,22 habitantes por kilómetro cuadrado, frente a los 92 de España. Está tan despoblada que solo Laponia, en el Polo Norte, se encuentra por debajo de los 8 hab/km². Pero en este caso se debe a su climatología extrema. Presenta el doble de jóvenes y la mitad de mayores de 65 años que la Serranía Celtibérica, cuya tasa de envejecimiento duplica la media europea».

El pasado viernes escribieron cartas a Pedro Sánchez para trasladarle la necesidad de que esta área sea reconocida por la Unión Europea. También se ha remitido una carta al consejero de Agricultura, Joquín Olona, y son conocedores de la demanda de Serranía Celtibérica tanto el consejero de Vertebración Territorial, José Luis Soro, como su director general Joaquín Palacín y el comisionado de Aragón en la lucha contra la despoblación, Javier Allué.

El profesor Burillo, junto a la también investigadora Pilar Burillo, han desarrollado una de las directrices marcadas por el Gobierno de Aragón para la «creación y reconocimiento europeo de la problemática territorial aragonesa mediante la configuración de las Áreas del Sur de Europa Escasamente Pobladas. Estas son tres: la zona pirenaica, el eje del Ebro y la Serranía Pirenaica. Por ser tres zonas con una densidad de población inferior a los 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado.

De momento ya se han reunido con el Gobierno de La Rioja y esperan que el frente común de comunidades sirva para revertir la situación.