Las pérdidas causadas por las tormentas del pasado 4 de octubre en el término de Ejea de los Caballeros ascienden a dos millones de euros, sin contar los destrozos causados en instalaciones de riego y en las naves agrícolas. Este es el resultado del cálculo realizado por el Ayuntamiento de la localidad con los datos recopilados por los peritos de los seguros en las zonas afectadas, unas 1.600 hectáreas.

En este sentido, fuentes municipales señalaron ayer que el Ayuntamiento de Ejea ha desplegado todos sus medios para intentar hace frente lo antes posible a los efectos de las tormentas que descargaron en los núcleos por la inusitada fuerza del viento y de la lluvia que azotaron la comarca de Cinco Villas.

Las actuaciones se centran en la población de Pinsoro, donde ha sido necesaria la intervención de máquinas barredoras y excavadoras, tal y como informaron fuentes del consistorio ejeano en una nota de prensa.

Por otro lado, el ayuntamiento de Ejea sigue recogiendo la información de los daños ocasionados para su cuantificación y traslado al Gobierno de Aragón, para lo que utiliza una ventanilla ambulante que recorre los pueblos de su entorno.

De momento se han recibido unas 170 declaraciones de desperfectos en viviendas, principalmente en fachadas, canaleras y persianas.

FAROLAS CAÍDAS

Además se está realizando un informe de los daños con la Cooperativa de Pinsoro, que posteriormente se trasladará al Gobierno autonómico, a la Diputación Provincial de Zaragoza y a la Confederación Hidrográfica del Ebro.

En los dos millones de euros de daños en las parcelas no se incluye la pérdida de recolección, limpieza ni el gasto de combustible extra para el secado de cereales, así como tampoco las pérdidas en el amueblamiento de las parcelas.

A estos daños, informa el Ayuntamiento de Ejea, habría que añadir las pérdidas en mano de obra y de servicios del sector primario.

Además siguen sin cuantificarse los daños en el mobiliario urbano de Pinsoro. Este núcleo de colonización sufrió grandes destrozo, dado que el viento, que alcanzó los 100 kilómetros por hora, arrancó farolas y en torno a 500 pinos dentro de la localidad y en los bosques que la rodean.