El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha defendido hoy la legitimidad de la juez de Huesca que ha ordenado la devolución de los bienes del monasterio de Sijena y ha reclamado respeto hacia las resoluciones de los magistrados como elemento "consustancial" al estado de derecho.

Con esta afirmación, el TSJA ha salido al paso de unas manifestaciones hechas ayer en Huesca por la parlamentaria de la CUP Anna Gabriel en las que responsabilizó a la juez del caso Sijena de actuar por motivos políticos y con unos intereses alejados de la protección del patrimonio.

En un comunicado, el órgano representante de la institución judicial en Aragón señala que los jueces resuelven los casos mediante criterios "jurídicos y de legalidad" y reclama que la crítica hacia sus resoluciones se ajuste a estos criterios.

El TSJA considera la crítica hacia las resoluciones judiciales "perfectamente legítima", pero pide al tiempo que no se etiquete el trabajo de los jueces a través de "estándares ideológicos o políticos" al favorecer la generación de "dudas" sobre la legitimidad de las decisiones adoptadas.

Los magistrados de este órgano judicial señalan que estos principios debería respetarse de forma generalizada, pero especialmente "por quienes ostentan responsabilidades políticas e institucionales", por encima de sus intereses "propios y coyunturales".

Añaden que el artículo 118 de la Constitución española se refiere a las resoluciones judiciales como un elemento consustancial al estado de derecho, "lo que no es contrario -subrayan- al derecho constitucional a la libertad de expresión en los términos expuestos".