A falta de que las pruebas médicas determinen el alcance de la lesión de Varane, que contra el Shakhtar se retiró debido a un pinchazo en los insquiotibiales de la pierna izquierda, Rafa Benítez tendrá que echar mano el próximo domingo contra el Eibar de una defensa igual o muy parecida a la que desapareció en el último cuarto de hora del choque contra el campeón ucraniano, en el que el equipo blanco encajó tres goles en 11 minutos y corrió serio peligro de dilapidar una ventaja de 0-4.

Noticia muy inquietante para el técnico blanco, que pretextó el "exceso de confianza" y, cada vez que se le planteó tan escandalosa fragilidad, se salió por la tangente para repetir que su equipo hizo "un grandísimo partido durante 78 minutos", como si se pudiera descontar a conveniencia lo que no le hubiera gustado ver de ese encuentro. Ya lo hizo en Sevilla, cuando destacó que el primer tiempo era lo mejor del Real Madrid este año, pero no se atrevió a salvar nada del clásico ante el Barça.

LA POSIBLE DEFENSA

El Real Madrid presumía de haber encajado cuatro goles en 10 partidos de Liga. En Ucrania le cayeron los tres primeros en Champions. Es una situación preocupante para enfrentarse a un Eibar que en su feudo no regalará nada. Carvajal, Pepe y Nacho, que no contaron para Benítez ante el Barça, volverán a ser titulares en Ipurúa, como lo fueron en Lviv. Danilo, uno de los peor parados el sábado pasado en el partido frente al Barcelona, tuvo que actuar como lateral izquierdo improvisado tras la lesión de Varane. No se ganó el puesto precisamente en ese partido, pero puede tener continuidad ahí porque la de lateral izquierdo es la única posición en la que no cuenta con un relevo natural en estos momentos.