El Shakhtar Donetsk envió ayer a la FIFA la correspondiente documentación solicitando formalmente la reapertura del contencioso que mantiene con el Real Zaragoza por el caso Matuzalem. Dicha petición se produce tras la reciente decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausana (Suiza) de aceptar el recurso presentando por el Shakhtar y de dictaminar la anulación de la decisión del Comité Disciplinario del organismo futbolístico de no seguir adelante con el procedimiento sancionador contra el Zaragoza.

El club ucraniano no cede de este modo en su empeño de intentar que el Real Zaragoza le pague la totalidad de los 13,8 millones de euros (11,8 millones más los intereses) que en su momento fijó el TAS como indemnización por el fichaje del brasileño en el verano del 2007. Matuzalem se desligó entonces de forma unilateral del Shakhtar Donetsk y firmó un nuevo contrato con el club aragonés. El Shakhtar pretende que la FIFA obligue al Zaragoza a hacer frente al impago de esa deuda o que le imponga algún tipo de sanción.

TRAS EL CONCURSO El fallo del TAS se produjo tras haber finalizado el concurso de acreedores en el que había estado inmerso la entidad zaragocista. Ese proceso se dio por concluido el pasado 10 de mayo cuando la jueza del juzgado de lo Mercantil número dos firmó el auto validando el convenio con los acreedores previsto en la Propuesta Anticipada de Convenio. Entre los acreedores, pese a no haberse acogido a ese convenio, se encuentra el Shakhtar. El Zaragoza, por su parte, considera que solo debe pagar al club ucraniano lo estipulado en la PAC.

Esta sentencia contra un club en concurso de acreedores es pionera, ya que la Ley Concursal supone un paraguas en este sentido, y desata una nueva batalla entre la justicia, que ampara al Real Zaragoza como club en concurso, y la jurisprudencia deportiva, que ha dado la razón al Shakhtar para que la batalla siga abierta. El Zaragoza, en su calendario de pagos, tiene que abonar al club ucraniano el 40% de esos 13,8 millones, más un 10% en función de posibles traspasos durante los próximos ocho años. Algo a lo que el Shakhtar se niega. Por eso denunció a la FIFA en marzo ante el TAS por no ejecutar la sanción que ella misma impuso al club aragonés --pérdida de seis puntos en primera instancia y petición de descenso posterior-- por impago.