Continúa el culebrón del Mann Filter. El último capítulo de esta rocambolesca historia es el aplazamiento del partido que las aragonesas tenían previsto jugar esta tarde en casa del Gran Canaria. Fue un acuerdo de ambas juntas directivas y en el que no tienen nada que ver el equipo técnico, ni las jugadoras.

Fue un acuerdo de última hora y que se hizo oficial por un comunicado emitido ayer a las siete de la tarde por parte de la Federación Española de Baloncesto. A esas horas las jugadoras canarias todavía no conocían la noticia. El partido se ha trasladado al miércoles 14 de marzo. Tres días más tarde el Mann Filter tiene previsto despedir esta accidentada Liga en casa frente al Jopisa de Burgos, antes de acabar jugando en Hondarribia.

Los días pasan y las jugadoras siguen sin cobrar. Ayer se cumplió el plazo por el que la directiva debe al cuerpo técnico y las jugadoras tres meses. Lo malo de todo es que las jugadoras ya no tienen esperanzas de cobrar nada hasta el final de la temporada y ven al equipo como un caso perdido.

Las jugadoras acuden al pabellón de forma individual y entrenan a su ritmo en grupos. Por ejemplo, en la mañana de ayer se ejercitaron Blanca Marcos y Jazz Covington. Por su parte, Víctor Lapeña acude todas las mañanas con su cuerpo técnico al Siglo XXI para preparar los partidos. Por la tarde realiza un entrenamiento específico con la júnior Carolina Esparcia. Lapeña es consciente que se ha perdido una oportunidad histórica para el Mann Filter. "Preparando convenientemente el partido, hubiéramos ganado seguro al Rivas el sábado", afirma.