«Mal». A Zinedine Zidane, el técnico de la sonrisa, se le entendió todo cuando acabó el partido de Mestalla. «Hemos perdido una bala que teníamos en la recámara», admitió Carvajal, el lateral blanco. Pero nada podía quitar el enfado al técnico francés, quien no tuvo reparos en centrarse en la desastrosa actitud de sus jugadores, sobre todo en los 10 primeros minutos cuando encajó, como diría Marcelo, «dos goles tontos». Zizou no se sacaba esos dos tantos del Valencia.

«Está claro, perdimos el partido en esos 10 minutos», dijo el técnico mirando claramente a sus jugadores. «No hay excusas, esa actitud inicial no fue la correcta», indicó Zidane, dolido porque su equipo desperdició la posibilidad de abrir un serio hueco en la Liga. «Tenemos que pensar que solo con estar en el campo no vamos a ganar un partido», añadió luego el entrenador blanco dando todavía más contundencia a ese mensaje crítico hacia un Madrid que se asomó a Mestalla con las manos en el bolsillo. Cuando se dio cuenta, Keylor Navas ya había recibido dos goles.

«Estoy enfadado», afirmó Ziddane, por mucho que después se apresurara a precisar. «Estamos todos enfadados. La actitud es muy importante. Luego, todo salió al revés», confesó el técnico, reprochando, una y otra vez, la falta de compromiso de sus jugadores. Quiso cambiar el partido con sus cambios, pero no llegó a tiempo.

«Está clarísimo, perdemos el partido en esos 10 primeros minutos», admitió Zidane, quien intentó, eso sí, buscar «las cosas buenas» que hizo su equipo para revertir esa situación. Sigue siendo líder, con un punto de ventaja sobre el Barcelona, y un partido menos (el que debe jugar en Balaídos), pero esa caída alienta la esperanza de todos sus perseguidores. «No hay excusas, somos los culpables», confesó Marcelo, divulgando incluso antes que su propio entrenador ese mensaje de profunda autocrítica.

Un par de errores defensivos del Madrid forzaron su caída unido a su falta de recursos ofensivos para superar a un ordenado Valencia, que jugó el partido como si fuera el último de la temporada. Y lo ganó porque el Madrid, con «10 minutos de mierda» da vida al Barcelona. Y a la Liga.