Carlos Molina quiere jugar la próxima temporada en otra competición, más fuerte que la devaluada Liga Asobal, por lo que se plantea dar el salto a la Bundesliga o, en su defecto, a algún país emergente en el balonmano como Hungría, Polonia o Macedonia. El cordobés está "muy agradecido" al Bada Huesca porque es un club que "confía mucho en la gente joven", al que llegó inicialmente cedido por el FC Barcelona para a mediados de la pasada campaña pasar ya a ser propiedad de los oscenses con los que ahora termina contrato el 6 de junio.

"A mí me han dado la oportunidad de jugar muchos minutos en estos dos últimos años", destacó Molina, para apuntar que "cuando se empieza a jugar a balonmano siempre se sueña con jugar con los más grandes y representar a su país", dos objetivos que ha logrado con el Bada Huesca. El lateral izquierdo aún no tiene oferta de renovación, algo que no considera "un problema", aún más teniendo en cuenta su idea de salir al extranjero. "En esos países sobre todo aportan prestaciones económicas, a lo que se une que son mucho más profesionales".