Comenzó Popovic el día trabajando la estrategia defensiva, incidió en el entrenamiento matinal en la necesidad de juntar la defensa y comenzar a no recibir goles para cimentar desde ahí la victoria. Ayer, sobre el campo de San Íñigo, ante el Alcorcón, un rival de la misma categoría deportiva, que no histórica, del Real Zaragoza, el conjunto aragonés por fin terminó un encuentro sin recibir un gol. La leve mejoría mostrada del enfrentamiento ante el Nástic se vio reflejada también en el marcador y el Zaragoza consiguió su primer triunfo de la pretemporada (1-0) con un gol postrero de Ortuño, su primer tanto con la elástica zaragocista, en un regalo de Dimitrovic.

El calor de la afición, de las peñas, no faltó en Calatayud. Al igual que en el partido en La Almunia ante el Ebro, la gente acompañó al equipo demostrando el acierto de desarrollar la pretemporada en Aragón. Popovic apostó desde el inicio por un 4-2-3-1, con un cambio sustancial en la pareja de centrales y con un trivote compuesto por Dorca, Morán y Diamanka, aunque con el senegalés más adelantado y con el mediocentro vasco convirtiéndose en la visagra del juego zaragocista, al menos en el primer tiempo. Aria siguió perdido en el flanco izquierdo y solo tuvo cierto protagonismo al principio, luego se diluyó. Tampoco se encontró en la mediapunta, una posición más idónea que en la banda, durante el último cuarto de hora del choque.

En los primeros 45 minutos ningún equipo se destacó sobre el otro lo suficiente como para inclinar la balanza a su favor. Pastrana pudo, sin embargo, adelantar al conjunto alfarero en un lanzamiento de falta que golpeó el poste con Alcolea batido pasado el minuto 20, mientras que el Zaragoza no apareció en ataque hasta la media hora, cuando Ángel disparó, tibio, un servicio filtrado de Diamanka.

El conjunto de Popovic dominó territorialmente, pero los minutos acumulados en las piernas por la preparación de la pretemporada fueron una losa difícil de voltear para jugadores como Ángel. Un hombre que vive de la frescura y que evidenció su falta de chispa en dos llegadas al área que podrían haber terminado en gol pero que su cansancio se encargó de birlar.

La más clara del primer tiempo fue, sin embargo, para Pedro. Bellvis cometió un penalti infantil sobre el propio jugador y Pedro no fue capaz de batir a Dimitrovic, que adivinó sus intenciones lanzándose a la izquierda. Era el minuto 40 del primer tiempo.

PEDRO FALLA EL PENALTI

En la segunda parte el encuentro cambió. El Zaragoza cedió el dominio territorial al Alcorcón y solo el carrusel de cambios que inició su técnico le impidió dañar al conjunto aragonés en su retaguardia, mucho mejor, por otro lado, que en el Nou Estadi. Popovic cambió en la mediapunta a Diamanka por Ortuño y liberó a Morán por Lolo en el minuto 55. Junto a él ya estaba Wilk, que había sustituido en el descanso a Dorca. Encargados de dirigir el juego del equipo, los tres rechazaron su rol ofensivo y el Zaragoza lo notó en exceso.

La única luz del segundo tiempo la aportó Alfredo Ortuño, que aprovechó el enésimo error de Dimitrovic para empujar a placer el balón en el minuto 86 y certificar el primer triunfo de los de Popovic en una pretemporada, hasta el momento, gris.