--¿Esperaba encontrarse tantas trabas en su inicio en Zaragoza?

--Entendiendo cómo ha ido sucediendo todo, hasta puedo aceptarlo al pensar que si ahora vienen todas estas dificultades, no vendrán después. Todos los equipos tienen un momento de bajón, esperemos que sea este. El equipo no ha conseguido empezar con una identidad propia y una idea definida. Hemos trabajado con una idea toda la pretemporada y cuando ha empezado la Liga se nos han caído Luis García y Cidoncha y se nos ha roto esa línea de tres que había puesto ahí y parecía funcionar. Rota por los tres, porque Barkero no acababa de funcionar. Hay que darle la vuelta y buscar esa seña de identidad que yo quería.

--Durante la pretemporada tenía muy claro cómo quería que jugase el equipo. ¿Lo sigue teniendo claro?

--Sí, sí. Ahora lo tengo claro, pero después de una semana o dos de dudas. Jugábamos 4-1 y con tres por delante, pero se nos cayó esta línea y como no tenemos dobladas las posiciones para seguir con el mismo proyecto, más que manejar una duda lo que debo es cambiar de idea. Lo que he hecho ha sido afrontarlo y empezar a trabajar esa otra idea.

--¿Hacia dónde va?

--Sobre todo, a jugar con dos mediocentros, y después a manifestarse de una manera distinta arriba. Cuando juegas con dos mediocentros, cambia un poco. Tenemos que tratar de llegar con más gente también.

--¿Piensa que si tiene dos hombres sujetando en medio, el equipo se soltará más?

--Es precisamente lo que estamos incentivando, que el equipo llegue arriba con más gente. No importa tener dos hombres en medio si sueltas a uno. Y no importa si logras que se lo crean y ataquen. A veces es una cuestión de personalidad del jugador.

--No ha querido referirse mucho a la temporada pasada, pero está claro que queda una herida del descenso que no se ha cerrado.

--Es cierto, pero yo debo respetar lo que se hizo y olvidarlo. Por eso lo hago, no por otra cosa. Yo no puedo estar hablando de que si el año pasado se jugaba balón largo y de que si no sé qué, porque es una excusa. Yo cargo toda la responsabilidad sobre nosotros. Esta es una historia distinta y tiene que funcionar de una manera distinta y con una identidad distinta. Lo que tengo que conseguir es que pensemos que somos mejores que los demás. Los otros no son mejores que nosotros, esa es una de mis peleas.

--Es cierto que ninguno de los tres rivales ha parecido gran cosa. También lo es que no han ganado ningún partido.

--Efectivamente. Después del entrenamiento de hoy (por ayer) me he reunido con los jugadores y les he hablado de eso, de que hemos jugado tres partidos y ningún equipo es mejor que nosotros. Entonces, qué leches tenemos que hacer para ir a por ellos. Yo creo que tiene que coincidir con que el equipo se muestre hacia arriba y que gane y en ese momento se dé cuenta de que es capaz. Yo siempre consigo que el equipo tenga una identidad y esta vez no va a ser menos.

--Ante el Mirandés dio la impresión de que a algunos futbolistas les pesaba La Romareda.

--Puede ser. Tenemos todos demasiada responsabilidad. Hay que jugar con la responsabilidad de saber quiénes somos, pero desde la irresponsabilidad del fútbol del campo. Son pequeñas situaciones que suceden, pero todas son importantes.

--Antes del cierre de mercado, rogaba por que no se fuera Álvaro y pedía la llegada de un central.

--Álvaro ha sido todo un profesional, sabiendo aceptar la situación. En una conversación que tuvimos, me hizo ver su responsabilidad en conseguir el objetivo para el Real Zaragoza. Sí que tengo que reconocer que estamos cortos de efectivos atrás, pero tampoco hay que confundirse porque si una línea ha funcionado medianamente bien ha sido la defensa. Estamos cojos ahí. De hecho, yo estoy llamando habitualmente para entrenar a Diego Rico, del B, e incluso va a jugar el martes en la Copa ante el Alavés. Si no, nos vamos a cargar a Abraham. Igual dentro de una situación que no me convence, encontramos una solución con un chico de la casa.

--¿Ve a alguno de los mediocentros apto para jugar más atrás?

--Ya he reconvertido a algún mediocentro a esa posición. Tengo mis dudas, a Mario me cuesta verlo ahí. Veo más a José Mari. Aunque es más delgadito, va bien en el juego aéreo y tiene responsabilidad defensiva.

--¿Cómo analiza la llegada de Acevedo?

--No estaba en el guion, pero ya que está aquí...

--¿Lo conocía?

--No. Tengo un información de que es un jugador de poco recorrido pero que juega muy bien a fútbol. Desde ese punto de vista habrá que sacarle provecho. Desde hace tres meses está entrenando aparte, con lo cual no tendrá forma, aunque haber estado entrenando en equipos como San Lorenzo o River nos puede dar aplomo.

--¿Qué le pareció Henríquez?

--No puedo juzgar por lo que vi el otro día. Es otro jugador que no conocía, pero he hablado con amigos de Liverpool y me han dado informes buenos sobre él. Hay que esperar.

--¿Le da la impresión de que el partido del sábado tiene un punto más de presión?

--No me gustaría que fuera así, pero no podemos evitarlo. Jugamos contra un muy buen equipo, que lleva tres años con el mismo entrenador. Conozco bien al equipo y a Quique Setién. Entiendo que el partido será bonito y que nos van a poner muchas dificultades, con dos líneas de cuatro muy cerca de su área.

--Se le vio muy alicaído tras el partido ante el Barça B.

--Los disgustos yo los manifiesto mucho porque echo todas las culpas sobre mí. Se me hizo difícil entender cómo se cayó el equipo en la segunda parte. Yo creo que es mi responsabilidad, lo vivo en esos momentos y lo manifiesto. Pero al día siguiente soy el primero que se levanta, siempre.

--El único objetivo desde el primer día es el ascenso. ¿Le ha dado la impresión de que al equipo no le va a dar para estar entre los dos primeros?

--Tal y como nos estamos manifestando, está claro que no da. No nos podemos engañar. Otra cosa es tal y como yo creo que se puede manifestar este equipo. Veo también que hay muy pocos jugadores que han jugado en esta categoría. Algunos han jugado en Primera y otros vienen de Segunda B. Tal y como estamos, no vamos a merecerlo, pero yo veo que el equipo tiene ese fondo y esa profundidad necesarios. Lo importante es que lo vean ellos.

--¿Esperaba tantas dificultades para confeccionar la plantilla?

--Cuando firmé, yo ya sabía que había seis o siete jugadores que se tenían que ir, pero pensaba que seríamos capaces de fichar. En ese sentido, me he encontrado con una economía de guerra que no esperaba. Ya no hay vuelta atrás y no voy a estar lamentándome porque si algo necesita el equipo, la afición y la ciudad es que vendamos algo de optimismo.

--¿Ha percibido la desilusión que hay en la ciudad?

--Es normal. Si estás jugando por la salvación durante dos o tres años, que todo son situaciones épicas, y desciendes, la gente se viene abajo; y a lo mejor esperaban lo mismo que yo, que hubiera otro tipo de fichajes. Si además ve los resultados de los tres primeros partidos, no da pie a que haya ilusión.