Tenía el Santos desde el pasado jueves el permiso verbal de Sandro Rosell, el presidente del Barcelona, para romper la cláusula de confidencialidad que impedía airear las condiciones económicas del traspaso de Neymar. Y ha tardado solo cinco días en hacer caso al dirigente azulgrana, quien liberó de esa prohibición al club brasileño durante su discurso final de temporada. El Santos anunció, tras una tumultuosa reunión de su consejo directivo, que había vendido al delantero por 17 millones a repartir entre tres partes: el club, que tenía el 55%, se queda con nueve millones de euros. El resto se reparte con el 40% para DIS, empresa deportiva del Grupo Sonda, y el 5% restante final para TEISA, un grupo de inversores santistas. ¿Y los 40 que faltan porque el Barça anunció que había invertido 57 en el fichaje de Neymar?

La respuesta llegó también desde Brasil. "Imagino que cuando el Barça dice que fueron 57 millones habla de todo, del coste total de la operación. Yo hablo de lo que llegó al Santos y eso fueron 17 millones", confesó Odilio Rodrigues, vicepresidente del Santos, sin aclarar si acabaron en la cuarta empresa que intervino en el fichaje (N&N). Ya por la noche, Neymar volvió a marcar para Brasil en la victoria ante México (2-0).