Acude el Zaragoza el domingo al feudo de la Ponferradina empatado a puntos, con peor diferencia de goles, lo que le hace ser séptimo, pero con el resultado de la primera vuelta muy a favor, por ese 4-1 en La Romareda. En este sentido, un empate en El Toralín también podría ser bueno, porque a igualdad de puntos, el equipo aragonés acabaría por delante. ¿Piensan en eso en el cuerpo técnico y en la plantilla? De entrada, no. La apuesta de Popovic, y en ello va a insistir en estos días, es jugar esa final en El Bierzo sin mirar a la calculadora. Es un partido clave y lo que hay que hacer es salir a por los tres puntos, porque además cuando se sale más pendiente de considerar otros marcadores y alternativas suele suceder que es el primer paso para perder.

No va a necesitar, en todo caso, mucho trabajo Popovic de mentalización. En la plantilla no se mira esa buena opción que sería el punto, en un terreno además difícil, porque la Ponferradina es fuerte en su feudo. "Nos vale ganar, el empate no nos vale. Estamos igualados y queremos ganarles para coger esa sexta plaza por la que tanto estamos trabajando", aseguró taxativo Fernández.

Parecido mensaje utiliza Jaime Romero. "Vamos a ir a ganar, aunque el empate sea un punto que nos beneficiaría por el average y que podría ser valioso al final. Sin embargo, la consigna de inicio es ganar, nadie se va a plantear salir a empatar", aseveró el extremo.

LA VISIÓN EN EL BIERZO

¿Y qué se piensa en Ponferrada? Allí sí que no hay espacio para la calculadora. Allí solo vale ganar, aunque se le resta dramatismo al encuentro. "Es una final más de los siete partidos que quedan. Todo lo que resta serán otras tantas finales porque todos los rivales se juegan algo. El partido lo tiene todo. Es un rival directo y sería muy importante conseguir la victoria para así sacar tres puntos de ventaja", destacó Kepa, guardameta cedido por el Athletic, que no dudó en señalar el peligro del Zaragoza: "Todos sabemos de la calidad de Borja".