El británico Sam Sunderland (KTM), vigente campeón del Dakar, se impuso ayer en motos en la primera etapa de la nueva edición del rally, entre las ciudades peruanas de Lima y Pisco, y quedó por delante del francés Adrien Van Beveren (Yamaha) y el chileno Pablo Quintanilla (Husqvarna). Sunderland completó los 31 kilómetros cronometrados en 20 minutos y 56 segundos, con lo que le sacó 32 segundos a Van Beveren y 55 segundos a Quintanilla. En cuarta posición, a un segundo de Quintanilla, quedó el piloto español Joan Barreda (Honda), mientras que el argentino Franco Caimi (Yamaha) fue séptimo, a un minuto y 30 segundos del líder.

El boliviano Daniel Nosiglia (KTM) finalizó en la octava posición, el argentino Kevin Benavides (Honda) terminó en el puesto diez y la española Laia Sanz (KTM) fue duodécima, a 3 minutos y 15 segundos del primer lugar.

El Dakar 2018 comenzó con un largo tramo de enlace de 242 kilómetros, en el que ya se registró el primer abandono, pues el alemán Juergen Droessiger (KTM) tuvo un accidente que le retiró de la carrera a las primeras de cambio. A pesar de su brevedad, la especial de esta primera etapa no estuvo exenta de riesgos, pues comenzó a mediodía y el sol estaba en su cenit, lo que dificultaba la visión del terreno y la pendiente de las dunas.

Por su parte, el qatarí Nasser Al-Attiyah (Toyota) ganó en coches por delante del estadounidense Bernhard Ten Brike (Toyota) y del peruano Nicolás Fuchs (Borgward). Al-Attiyah, campeón del Dakar en el 2011 y el 2015, completó los 31 kilómetros cronometrados de esta etapa inicial en 21 minutos y 51 segundos, con lo que aventajó en 25 segundos a Ten Brike y en 34 segundos a Fuchs. En cuarto lugar y a 53 segundos se quedó el español Nani Roma (Mini), seguido a un segundo del sudafricano Giniel De Villiers (Toyota).

La dificultad aumentará hoy con la segunda etapa, de una longitud más típica del Dakar, pues tendrá 279 kilómetros, de los que 267 serán cronometrados. Además, la jornada tendrá la particularidad de que los coches partirán primero, por lo que los motociclistas se encontrarán con el terreno maltratados por las ruedas de los automóviles. A pesar de su brevedad, la especial de esta primera etapa no estuvo exenta de riesgos, pues comenzó a mediodía y el sol estaba en su cénit, lo que dificultaba la visión.