Bantierra, la Caja Rural de Aragón, remuneró con más de medio millón de euros a José Antonio Alayeto durante los casi cuatro años que ejerció como copresidente y presidente de su consejo rector. En concreto, en los dos ejercicios completos que estuvo al frente de la entidad, el 2013 y el 2014, cobró 171.700 y 160.000 euros, respectivamente. El exdirigente del grupo financiero, cuyas funciones eran de carácter representativo y no ejecutivo --tal y como recogen los estatutos de la institución--, dejó su cargo en julio del 2015, forzado por la Asociación Española de Cajas Rurales y el Banco de España en pos de dar un cambio de rumbo en la gestión y abrir una nueva etapa en la cooperativa de crédito aragonesa.

Precisamente, hace una semana fue nombrado el nuevo presidente de Bantierra, el oscense Luis Olivera, que prescindirá de la alta retribución que percibía su antecesor y solo cobrará dietas por desplazamientos, asistencia a reuniones y gastos de representación, como suele ser lo habitual en los cargos no ejecutivos del sector de las cajas rurales, según fuentes sindicales. La modificación de los estatutos de la entidad aprobada en junio del 2015 recoge el compromiso de desarrollar una política retributiva de los altos mandos más transparente. Estos cambios se enmarcan en el proceso de regeneración que ha emprendido la caja, en el que también se inscribe la renovación del consejo rector el pasado mes de noviembre, cuando fueron sustituidos siete de los doce consejeros.

Bantierra inició sus actividades como una única entidad el 14 de septiembre de 2011 tras un complejo proceso de fusión de las cajas rurales aragonesas Cajalón y Multicaja, que hasta entonces presidían Bruno Catalán y José Antonio Alayeto. El acuerdo de integración estableció que, en una etapa inicial de tres años, el primero ocuparía la presidencia del nuevo grupo y el segundo sería copresidente. Transcurrido ese periodo, Alayeto pasaría a ser el número uno y su anterior cargo se amortizaría. Este relevo, sin embargo, se anticipó a marzo del 2012 porque Catalán dejó la entidad por problemas de salud --falleció seis meses después tras una larga enfermedad--.

En el 2011, entre el 15 de septiembre y el 31 de diciembre, Alayeto percibió un total de 30.000 euros, de los que 22.000 fueron en calidad de consejero de la entidad (21.000 por las reuniones del Consejo rector de Multicaja, que al igual que Cajalón siguió celebrando sesiones hasta la inscripción del proyecto de fusión en el Registro Mercantil) y 9.000 euros por gastos de representación. Catalán, por su parte, ingresó en esos tres meses y medio 66.000 euros.

Estos importes quedan reflejadas en las cuentas anuales de Bantierra de ese año --las primeras de su historia--, en las que también consta una provisión de 750.000 euros para retribuir posibles ceses de miembros del consejo rector y la alta dirección.

SIN DESAGREGAR

Las remuneraciones devengadas en el 2012 a Alayeto y Catalán (hasta marzo) no aparecen desagregadas en las cuentas. Sus retribuciones se incluyen, sorprendentemente, en el gasto del personal de alta dirección, en el que se engloba a los dos presidentes y a 16 miembros del llamado comité de estrategia --pese a que solo siete tenían categoría profesional de jefatura--. El montante total de esta partida fue de 2.451.000 euros (sin cuotas a la Seguridad Social), lo que supone una asignación media de 136.000 euros por persona. No obstante, fuentes internas de la entidad apuntan que ese año la paga a Alayeto rondó los 200.000 euros.

La memoria del 2012 sí detalla con nombres y apellidos, sin embargo, las dietas pagadas a cada miembro del consejo rector, que rondaban los 200 euros por reunión y consejero. En dicho ejercicio también destaca que la entidad abonó 1.255.000 euros en indemnizaciones por despido que no se especifican.

Los informes económicos de los ejercicios 2013 y 2014 sí pormenorizan las retribuciones del presidente, que fueron de 171.700 y 160.000 euros. Estos honorarios se sitúan muy por encima de lo que cobró, por ejemplo, su homólogo en la Caja Rural de Navarra (de un tamaño similar a Bantierra) en esos mismo años: 22.000 y 24.000 euros.

Esta vez, en las cuentas de la caja aragonesa del 2012 y el 2013, solo se consideró alta dirección a siete y seis directivos, respectivamente, con un gasto de 756.000 y 647.000 euros.

TRAYECTORIA

Del 2015, cuyas cuentas todavía no han sido presentadas, no hay constancia documental de lo que recibió Alayeto hasta julio, cuando presentó su renuncia sin percibir indemnización. Su salida fue forzada por el Banco de España y la Asociación Española de Cajas Rurales, que desde entonces tutela la entidad en virtud a los 245 millones de euros que le ha inyectado en tres tramos (73 millones en el 2012, 82 en el 2013 y casi 90 en el 2015). Para lograr estos ingresos, Bantierra ha cedido a la matriz derechos de cobro en el futuro de comisiones de seguros, planes de pensiones o tarjetas, entre otros conceptos.

La trayectoria profesional de Alayeto (Ejea de los Caballeros, 1963), que carece de formación financiera, está vinculada desde muy temprano al sector agroganadero, tanto desde el ámbito del cooperativismo como a través de las pymes. Fue presidente de la Cooperativa Virgen de la Oliva de Ejea, de cuya gestión tuvo que responder en los tribunales por cómo se administró una deuda de 1,3 millones de euros en gasóleo que generó un socio. El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Zaragoza desestimó la demanda presentada contra él por la sociedad agraria al quedar exonerado de responsabilidad civil, aunque consideró que existió "negligencia" en la gestión de dicho impago.

En cuanto a la figura de Bruno Catalán, fuentes conocedoras de la entidad aseguran que recibió importantes liquidaciones económicas en tres ocasiones a cuenta de sus cambios de cargo, dos en la etapa de Cajalón --cuando pasó de director general a consejero delegado y de este puesto a presidente-- y otra más al cesar anticipadamente como presidente de Bantierra.