Los bajos precios que reciben los ganaderos por producir leche y los altos costes de mantenimiento pueden convertirse en la puntilla para el sector en Aragón que ha visto cómo iba perdiendo explotaciones en los últimos años. Tanto es así, que hace solo una década se contabilizaban alrededor de 200 granjas de vacuno en la comunidad, mientras hoy apenas quedan 80, según apuntan los sindicatos agrarios.