La sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria (Sareb), conocido como banco malo, no termina de encauzar sus problemas financieros y podría necesitar una nueva ronda de recapitalización, según alertan la Comisión Europea y el Banco Central Europeo en el sexto informe postrescate bancario. Ambas instituciones vuelven a pedir al nuevo Gobierno de Mariano Rajoy que complete el proceso de privatización de Bankia y BMN cuanto antes y que retome una agenda de reformas paralizada desde hace un año por la situación política.

«La Sareb se enfrenta a un cierto número de problemas que pueden poner más presión sobre su rentabilidad. Una nueva ronda de recapitalización podría ser necesaria dependiendo de la evolución de algunos factores», alerta el informe apuntando al mercado inmobiliario. El informe es el resultado de la visita a Madrid de los inspectores de Bruselas y de Francfort entre el 17 y el 19 de octubre, antes de que hubiera Gobierno y de que se adoptaran las medidas presupuestarias aprobadas en las últimas semanas para modificar el borrador de Presupuestos de 2017 y cumplir con Bruselas.

El documento pone de nuevo el acento en la reestruturación del sector financiero y la salud de la banca. Y en este terreno hay un elemento que preocupa especialmente: la viabilidad del banco malo y su rentabilidad. Según los inspectores, «los resultados provisionales de la Sareb en la primera mitad del 2016 no apuntan a una mejora de su situación financiera» y sigue registrando «resultados financieros negativos desde el inicio de sus operaciones».

UNA GESTIÓN MÁS EFICAZ

Es más, pese a las provisiones de 2.000 millones de euros consignadas a finales del 2015 -que elevan a 3.000 millones las provisiones para el período 2013/2015- los ingresos han caído, la venta de activos de la cartera de la Sareb «progresa más despacio» que en los últimos dos años y no se ha beneficiado plenamente del entorno de bajos tipos de interés por la cobertura a largo plazo de los costes de servicio de la deuda. «Todo esto requiere una gestión más efectiva de la cartera», avisan.

A principios del 2017 el banco malo tendrá que reevaluar de nuevo los activos inmobiliarios de su cartera, según las nuevas reglas contables del Banco de España. Este ejercicio, avisan los técnicos, podría obligar a realizar nuevas provisiones y generar una volatilidad sustancial.

Al margen de los problemas que atraviesa la Sareb, los inspectores vuelven a urgir al Gobierno de Mariano Rajoy a presentar una «estrategia clara» para reprivatizar Bankia y BMN porque «no ha habido progresos desde el 2014» y «completar la reestructuración y la privatización de estas dos entidades es importante para reforzar la estabilidad del sector bancario». Aunque los técnicos no descartan una posible fusión de las dos entidades, sí responden con prudencia ante los planes del FROB y avisan de que cualquier decisión tendrá que respetar «el principio de máximizar la recuperación de fondos públicos y ser coherente con los requisitos del mercado único».

El informe reitera que lograr una rentabilidad adecuada sigue siendo el principal desafío de los bancos españoles y que la recesión que sufren algunos mercados emergentes en los que algunas de estas entidades tienen una alta exposición podría pasarles facturas.