Bantierra cerró el primer semestre del 2018 con un beneficio de 7,3 millones de euros, el 80% del conseguido en todo el 2017, cuando ganó 9,1 millones de euros. La Caja Rural de Aragón prevé superar al cierre de este ejercicio los 11 millones de euros, según adelantó ayer el director general de Bantierra, Luis Ignacio Lucas, en la presentación de resultados en la sede de la calle Coso.

La puesta en marcha del plan de especialización de oficinas, el incremento en la cartera crediticia y de las operaciones financieras, junto a las menores necesidades de saneamientos por la reducción de la morosidad, son algunos de los motivos que justifican este crecimiento. «El beneficio del primer semestre es importante y es para estar satisfechos», subrayó Lucas.

El directivo prefirió no realizar una comparativa respecto a los seis primeros meses del 2017, ya que el pasado ejercicio estuvo marcado por dos claros procesos: la venta de una cartera de activos inmobiliarios improductivos por valor de unos 330 millones y de la red de Caja Abogados.

El volumen de préstamos concedidos con garantía real creció hasta el mes de junio un 11,31% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior y los concedidos con garantía personal, un 20,39%. «Hemos logrado capear la continua transformación del sector y adaptarnos a la evolución del mercado, condicionado por unos tipos de interés por los suelos», dijo el directivo, que destacó el mayor «dinamismo» de las oficinas y de los comerciales.

PLAN ESTRATÉGICO / Según Lucas, estas cifras son fruto de una estrategia de especialización de oficinas iniciada el año pasado. Así, algunas sucursales se centran en las empresas, otras en los particulares y otras en el ámbito rural, sobre todo en el sector agrario, un nicho en el que la entidad es líder en Aragón en la cuota de domiciliación de ayudas de la PAC, con un 31% de solicitudes.

En el último semestre, la primera cooperativa de crédito aragonesa, que quiere enfocarse más en los jóvenes, ha reducido los costes en torno a un 5% -en torno a un millón de euros-, con medidas como la reducción de la comunicación en papel.

Esta apuesta por la digitalización incluye un proyecto de las cajas rurales que pondrá en marcha Bantierra de forma piloto, antes de que acabe el año, para que quien quiera pueda hacerse cliente con una videoconferencia. Según Lucas, la reducción de costes no ha supuesto prescindir de personal a pesar de que se han cerrado oficinas, ya que las sucursales se han especializado y ampliado con más empleados.