El director general de Opel España, Antonio Cobo, dio ayer un toque de atención al Gobierno de Rajoy al aludir al incremento de la factura energética como una de las causas de la pérdida de competitividad del sector del automóvil. En este sentido, subrayó que la planta de Opel en Figueruelas sufrirá en el 2014 un incremento del coste de la energía del 9,2%, lo que supondrá dilapidar el ahorro conseguido por la compañía y por su plantilla mediante el recorte de los costes laborales, la congelación salarial y la reducción de primas. Incluso fue más allá al asegurar que el recibo energético se ha disparado más de un 30% en los últimos tres años.

Cobo, que participó ayer en un foro organizado por la Asociación Nacional de Fabricantes de Coches (Anfac) y PriceWaterhouse Coopers, incidió así en uno de los principales lastres que arrastra el sector, lo que merma la competitividad de las plantas españolas respecto a otras del Europa del Este, donde el coste de fabricación por cada vehículo es inferior.

En general, el sector automovilístico aprovechó ayer la celebración del foro para diversificar sus reivindicaciones al Gobierno. Al respecto, los fabricantes incidieron en la necesidad de renovar los planes de incentivos a la demanda (PIVE), así como nuevas fórmulas de fiscalidad para vehículos poco contaminantes, logística y fórmulas de movilidad más competitiva.

La ministra de Fomento, Ana Pastor, declaró que "en menos de un mes" su departamento tendrá elaborado un mapa logístico de España, para conocer las necesidades del sector, que permita reducir en un 10% los costes que soportan las empresas. Además, destacó que han mantenido una reunión con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para que haya una línea abierta de financiación para la renovación autobuses y camiones.

Por otro lado, el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, dijo que en la reforma fiscal (en fase de estudio) se incluye una modificación en el impuesto de circulación para mejorar la fiscalidad de los vehículos menos contaminantes.

Por último, Cobo señaló que uno de los objetivos de Figueruelas, tras la asignación del Citröen C3 y del nuevo Meriva es alcanzar una producción anual de medio millón de vehículos y posicionarse como la planta más productiva del grupo en el segmento de coches pequeños.