Se veía venir. La pugna por el poder que mantienen el nuevo presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, con el histórico número dos de la patronal, Juan Jiménez Aguilar, tenía que romper por algún lado. Finalmente, Díaz Ferrán ha solicitado a la comisión ejecutiva que envíe una propuesta de destitución a la junta directiva tras negarse el secretario general a cesar en el cargo.

Juan Jiménez Aguilar representa para muchos empresarios de la CEOE la continuidad ideológica del emblemático José María Cuevas, sustituído por Díaz Ferrán en julio del 2007. Además de la falta de química, Díaz Ferrán ha terminado por cansarse de que su mandato esté hipotecado por el alto grado de poder que concentra Jiménez. Incluso, algunas organizaciones de la patronal realizaban movimientos para que Jiménez liderara un golpe de estado.

El presidente de la CEOE ha decidido proponer por carta a los 21 miembros del Comité Ejecutivo que mañana estudien la destitución. Se la había pedido personalmente a Jiménez, pero se negó a presentarla.

Según miembros del comité, el motivo que esgrime Díaz Ferrán es el acta de una asamblea que Jiménez firmó en octubre del 2003 pero que nunca se celebró. Al parecer, en el 2002 se produjeron los fastos del 25 aniversario de la CEOE y, entre los mucho actos de aquel año, faltó la asamblea tradicional donde se aprueban las cuentas. Jiménez, al no celebrarse, resolvió darla por realizada y firmó el acta.