El proceso no ha sido muy diferente al experimentado por la vivienda nueva. De hecho, la segunda residencia, y particularmente la de costa, sigue los paso de la misma recuperación. Las zonas con demanda han conseguido minimizar el estoc de segundas residencias que el boom inmobiliario sembró a lo largo de toda la cosa española. La caída de precios y la vuelta de la demanda, abanderada por los compradores extranjeros, han sido los catalizadores de una recuperación selectiva.

"La estabilización de precios en las zonas con recuperación vienen acompañados de la reactivación de la actividad constructora. En aquellos lugares con menor exceso de estoc comienzan a verse las primeras grúas y los tiempos de venta estimados se reducen hasta entre tres y seis meses de comercialización en algunas promociones, incluso se ven ventas sobre plano, que se habían extinguido en los últimos años", explica Paloma Villamor, arquitecto del Departamento de Econometría y Estudios, de la tasadora Tinsa.

La tasadora ya califica como "residual" el estoc de obra existente en las localidades gaditanas de Tarifa, Barbate, Vejer, Rota, Chipiona y Sanlúcar; el de la localidad alicantina de Pilar de la Horadada; en la zona sur de Valencia; en Marbella; en Cala Panizo (Almería) o en la isla de Menorca. En términos generales, las provincias de Málaga, Cadiz y las Baleares son los mercados en clara recuperación. Y otros muestran ya indicios, como Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía y Canarias, según el último informe de Tinsa sobra la vivienda en la costa española.

Entre los mercados donde vuelven a verse grúas en funcionamiento destacan Alicante (Orihuela, Guardamar del Segura, Torrevieja, Torre de la Horadada, L' Alfàs del Pí, Dénia y Villajoyosa, entre otras); Valencia (Oliva); Murcia (San Juan de los Terreros); Málaga (Mijas, Marbella, Estepona y Benahavís) y Cádiz (Tarifa, Puerto de Santa María, Rota y San Roque).

En general, la crisis golpeó más fuerte al mercado de vivienda de segunda residencia que el de primera. Dentro del mercado de segunda, aunque el de interior ha sufrido igualmente la crisis que el de costa, la sobreoferta costera se ha absorbido en mayor medida que la del interior. "En gran parte por los importantes descuentos y la acción del cliente extranjero. Mientras que la demanda de segunda residencia del interior está condicionada por la proximidad a las grandes ciudades, tanto en absorción como en bajada de precios, en la costa la evolución depende de la proximidad a la línea de cosa y las vistas al mar", destaca Paloma Villamor.

En la costa se ha producido una lenta pero continua absorción, el descenso de precios se ha moderado en los dos últimos años. En aquellas zonas donde el exceso de oferta no era muy grande se han finalizado algunas promociones paralizadas, pero en general las nuevas promociones son aún escasas. Además, los importantes descuentos aplicados por las entidades bancarias han tenido bastante que ver tanto en la absorción, como en la bajada de precios, que contagiaron en parte a la vivienda usada.