Todo apunta a un nuevo expediente de regulación de empleo (ERE) en Figueruelas para poder rebajar la producción hasta en un 20% durante el 2009. Este recorte se sumaría al que comenzó a aplicarse el pasado 3 de noviembre y que afecta a 600 trabajadores hasta el próximo 31 de diciembre. De llevarse a cabo este ajuste, tal y como desea la multinacional, se cerraría la planta durante jornadas puntuales, siempre en función de la demanda del mercado. Es decir, sería como fijar paros técnicos cuando la producción fuera superior a las ventas. Sin embargo, la compañía no puede aplicar ya estos paros, porque se ha agotado la bolsa de flexibilidad en la fábrica, limitada a 25 días. De ahí, el nuevo ERE.

Según las estimaciones de General Motors, Figueruelas tendrá que producir el próximo año unos 361.000 vehículos. En la actualidad, la planta produce 1.825 vehículos diarios, con lo que necesitaría unas 198 jornadas de trabajo para alcanzar esas 361.000 unidades. Es decir, 25 jornadas menos al año (en 2008 existen 322 jornadas en el calendario laboral de la fábrica).

Este es el escenario más probable. De hecho, algunos sindicatos ya han manifestado (no oficialmente, porque se celebrarán asambleas en los próximos días) que se trata de la opción "más viable", siempre que las condiciones del nuevo expediente sean similares al pactado el pasado mes de octubre. Y es que, la posibilidad de reducir jornada de trabajo y, por tanto, salarios no parece que sea una opción que goce de gran acogida entre la plantilla. La tercera alternativa que ya expuso la multinacional fue la de cerrar el turno de noche de la línea del Corsa (la del Combo y el Meriva ya se suprimió el pasado mes de noviembre).

EN BUSCA DEL CONSENSO

Pero todo está por decidir. El presidente del comité de empresa, José Juan Arcéiz, reconoció ayer que el expediente es una "buena" opción, pero "habrá que ver en qué condiciones se plantea". Además, desde el comité también exigen a la compañía un plan de viabilidad o una garantía de futuro, que se traduce en fechas para el lanzamiento del nuevo Meriva, así como asignación de nuevos modelos para los próximos años.

De momento, algunos de los sindicatos tienen previsto celebrar asambleas para analizar la situación con sus afiliados antes de tomar una decisión. De hecho, la sección sindical de UGT ha convocado un encuentro el próximo sábado, mientras que CCOO y USO lo harán, probablemente, el próximo lunes. La postura de cada una de las organizaciones sindicales se llevará al comité que, en principio, está previsto para el martes. Esa misma semana se producirá una reunión con la dirección para tratar de alcanzar un acuerdo.

Uno de los principales escollos en la negociación es el tiempo, puesto que ambas partes deberán tomar una decisión antes del día 12 de diciembre, último día del 2008 en el que permanecerá abierta la planta de Figueruelas (hasta finales de año habrá paros técnicos y vacaciones de Navidad). Faltan solo tres semanas.